jueves, 19 de enero de 2012

Familia de Huequén dice estar aburrida de “los autos voladores”

Angol.- (José Hernández) El hecho de haber logrado la pavimentación de una arteria tan importante para la ciudad como lo es el camino al balneario La Arcadia sin duda ha sido un gran avance, ya que son muchas las familias locales y visitantes las que semana a semana se dirigen al paraíso natural que posee la ciudad de Los Confines, sin embargo, lo lamentable es que al ver este avance a contraluz nos encontramos con un sinfín de problemas que nadie ve pero que sin embargo han ido evolucionando a medida que se ha presentado la época estival.
Uno de los principales problemas y que al parecer nadie pensó en ellos, es la preocupante situación de las carreras clandestinas que se producen en el lugar por sobretodo durante el fin de semana, donde las apuestas son pan de cada día.
Al hecho de la pista de carrera en que se convierte al caer el sol, se le debe sumar la presencia de los reyes del volante que no necesitan competidor para presionar el acelerador y solo les basta un par de tragos de más en el cuerpo para demostrar a la dama que los acompaña o quizás a su propio ego lo astutos que son al volante.
Astutos les mencionaremos en esta ocasión, aunque claramente es en un tono irónico, pero para Ingrid Valenzuela y toda su familia, esta situación no tiene nada de ironía o diversión y mas bien es un riesgo latente, pues el patio de su vivienda y el inmueble mismo en diversas ocasiones ha sido el amortiguador de éstos “autos voladores”.
Valenzuela reside justo a un costado del puente Huequén y según detalló, prácticamente viven cayendo autos a su sitio, ya que a modo de ejemplo, el último de los “móviles con alas” cayó al interior de su sitio a las 08:00 horas del domingo 15 de enero.
“Llamamos tres veces a Carabineros y nunca llegó, cuando yo llamé la tercera vez les dije que había caído un auto adentro de mi terreno y me dijo el operador telefónico que no me preocupara porque ya venían y no vinieron al final, porque al parecer a esa hora cambian el turno para no hacer papeleo y los mismos jóvenes retiraron el auto”, relató.
Añadió la afectada que el sábado 5 de noviembre salió eyectado hacia su sitio un vehículo, situación que se reiteró el domingo 25 de diciembre y finalmente el ya conocido del domingo 15 de enero.

“Vienen curados, el del domingo parece que venía volado, me pagó los daños pero no quiso llamar a Carabineros y de repente se juntaron aquí unos 20 jóvenes y decían saquémoslo rápido y me empezaron a echar una retada para que no llamara a nadie y me dijo el que venía manejando que no llamara a Carabineros y que me pagaría los daños, pero quería pagar lo que él quería y no lo que corresponde, yo realmente necesito una solución”, puntualizó.

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