RECUERDOS DE CURACAUTÍN

Curacautín.- Siguiendo con mis recuerdos de Curacautín, se han estado destacando muchos, tal vez no tan importantes en sí, pero que le han ido dando nombre a Curacautín, como un pueblo luchador un pueblo donde predomina el cariño de sus habitantes hacia él y a la vez el tesón que han puesto en todas las actividades en su favor.
Poco a poco en esta naciente ciudad fueron llegando profesionales, se pueden destacar entre ellos, en la época del veinte al joven farmacéutico, recién titulado, don Ricardo Araneda Melo, quien se instaló con su Farmacia “LA HUMANITARIA” que aún presta sus servicios a la comunidad curacautinense.
En 1921 llegó a esta ciudad el joven médico Rafael Daudet y posteriormente, llega el dentista don Humberto Araneda González y el doctor Juan Sepúlveda Muñoz. La llegada de estos profesionales, significó un impulso renovador para las actividades sociales y culturales. El doctor Daudet hizo construir un local destinado a cine y reuniones sociales, el que se denominó TEATRO “DAUDET”. Como comentario anecdótico de aquellos tiempos, las familias iban al cine provistas de “un brasero, tetera y mate para combatir el frío y amenizar la tertulia social mientras se cambiaba el rollo de la película, o sea en el intermedio.
Don Ricardo Araneda y don Humberto Araneda fueron grandes impulsadores y cultores de las actividades deportivas y participaron activamente en las instituciones sociales de la comunidad curacautinense.