La solidaridad de Cristo, juventud, familia, los temas potentes.
VICTORIA (Texto de Manuel Burgos Lagos. Fotos de Cinthia Muñoz).- El deseo de elevar a Dios la justa alabanza y Acción de Gracias, como Iglesia, como Pueblo, como Ciudad, como País en este nuevo Aniversario de la Independencia Nacional, resaltó en su homilía, el Superior de la Comunidad del Sur de la Orden de La Merced y rector del Instituto Victoria, padre Patricio Gavilán Henríquez.
«Somos un país de hermanos y una de nuestras características al exterior, de la cual nos sentimos orgullosos, es que somos un país solidario... ¿qué es ser solidario? Es dar al otro sin esperar nada a cambio. La solidaridad auténtica, brota de un corazón generoso que es capaz de darse, sin esperar recibir», dijo el sacerdote, extendiéndose en otros conceptos, relativos a la juventud y el rol de la familia.
El celebrante estuvo acompañado en el oficio conmemorativo de los 198° Años de vida independiente, por el párroco del Sagrado Corazón de Jesús, presbítero, Carlos Aedo Méndez.
Eucaristía a la chilena
El solemne Tedeum contó con la participación del Club de Cueca Mariluán, en la Misa a la Chilena, en la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced, ante las autoridades locales, como el alcalde de la comuna, Jorge Saffirio Espinoza y señora; el comandante de la Guarnición Militar y del Batallón Logístico Divisionario N° 3 «Victoria», coronel Hernán Díaz Mardones y señora; concejales Gregorio de la Maza y Cecilia Muñoz; el Comisario de Investigaciones, Carlos Romero Urrutia; el alcaide del CCP, mayor Víctor Rubio Navarro, delegaciones de Ejército, Gendarmería e institucionales. Las lecturas del día estuvieron a cargo del jefe comunal; de Las Noticias, como de integrantes del Club de Cueca Mariluán.
Las ofrendas, la Biblia y las especies de Pan y Vino, fueron llevadas al altar por representantes de grupos carismáticos, alumnos del colegio, como por las Voluntarias Vicentinas (ASEVI).
Al término de la ceremonia religiosa, autoridades y público asistente, bailaron sendos pies de cueca, en el frontis de la Iglesia, junto a la agrupación folclórica presente.
VICTORIA (Texto de Manuel Burgos Lagos. Fotos de Cinthia Muñoz).- El deseo de elevar a Dios la justa alabanza y Acción de Gracias, como Iglesia, como Pueblo, como Ciudad, como País en este nuevo Aniversario de la Independencia Nacional, resaltó en su homilía, el Superior de la Comunidad del Sur de la Orden de La Merced y rector del Instituto Victoria, padre Patricio Gavilán Henríquez.
«Somos un país de hermanos y una de nuestras características al exterior, de la cual nos sentimos orgullosos, es que somos un país solidario... ¿qué es ser solidario? Es dar al otro sin esperar nada a cambio. La solidaridad auténtica, brota de un corazón generoso que es capaz de darse, sin esperar recibir», dijo el sacerdote, extendiéndose en otros conceptos, relativos a la juventud y el rol de la familia.
El celebrante estuvo acompañado en el oficio conmemorativo de los 198° Años de vida independiente, por el párroco del Sagrado Corazón de Jesús, presbítero, Carlos Aedo Méndez.
Eucaristía a la chilena
El solemne Tedeum contó con la participación del Club de Cueca Mariluán, en la Misa a la Chilena, en la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced, ante las autoridades locales, como el alcalde de la comuna, Jorge Saffirio Espinoza y señora; el comandante de la Guarnición Militar y del Batallón Logístico Divisionario N° 3 «Victoria», coronel Hernán Díaz Mardones y señora; concejales Gregorio de la Maza y Cecilia Muñoz; el Comisario de Investigaciones, Carlos Romero Urrutia; el alcaide del CCP, mayor Víctor Rubio Navarro, delegaciones de Ejército, Gendarmería e institucionales. Las lecturas del día estuvieron a cargo del jefe comunal; de Las Noticias, como de integrantes del Club de Cueca Mariluán.
Las ofrendas, la Biblia y las especies de Pan y Vino, fueron llevadas al altar por representantes de grupos carismáticos, alumnos del colegio, como por las Voluntarias Vicentinas (ASEVI).
Al término de la ceremonia religiosa, autoridades y público asistente, bailaron sendos pies de cueca, en el frontis de la Iglesia, junto a la agrupación folclórica presente.
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