miércoles, 24 de septiembre de 2008

Golpe de gracia para 200.000 jubilados

Un fuerte resquemor, desengaño, lo que las cientos de miles de víctimas llaman de abuso y de agresión son los calificativos más suaves que se llevan las autoridades de gobierno, en especial el Ministro del Trabajo Osvaldo Andrade y el Ministro de Hacienda Andrés Velasco, quienes y en nombre de la Presidenta Bachelet, con el fin de cancelar los sesenta mil pesos a las dueñas de casa que no registraban imposiciones a esa fecha, cercenaron el único beneficio que las cajas de previsión entregaban a los jubilados al morir; esto es una pensión mortuoria de $ 300.000.
Ambos ministros están citados al Congreso para que allí hoy miércoles den cuenta al país el porqué se tomó tan torpe medida, que más que abuso es un delito, simplemente el robo de la cuota mortuoria de los jubilados, cuyo alto número y sus familias constituyen cierto peso político, que al interior del gobierno especialmente la Presidenta Bachelet no debe ver con muy buenos ojos; especialmente frente a las elecciones municipales de octubre, que ya se nos vienen encima.
Los jubilados son maltratados a mansalva, no sólo por los gobiernos de la Concertación, que les siguen descontando en las planillas mensuales de su escuálida pensión, el siete por ciento que corresponde a salud.
Los jubilados se defenderán y son los parlamentarios los llamados a hacerlo. En el mes de agosto una demanda en contra del Estado fue interpuesta en la Corte de Apelaciones de Santiago, en representación de 5.000 integrantes de la Asociación Gremial Unión Nacional de Pensionados de Chile. La acción está destinada a lograr que el gobierno restituya el 10,6% de sus pensiones, monto confiscado por el Ministro de Hacienda del gobierno militar Hernán Bücchi con la complicidad de la Ministra de Justicia Mónica Madariaga, con el fin de salvar la Banca privada de la debacle económica 23 años atrás. Ambos ministros «son tristemente célebres» por los jubilados y sus familias. Andrónico Luksic en nota de El Mercurio de abril de 2008 escribe textualmente en parte de su discurso: «¡Que acertado estuvo Chile en ayudar al sistema financiero, sin subvenciones ni regalos. Hoy, nadie recuerda que las ayudas recibidas fueron pagadas por los propios accionistas en su totalidad, quedando tan solo un Banco que paga su deuda de acuerdo con el plan establecido con el Banco Central de Chile en UF más tasa de interés de 5%. Ese es el mejor activo que ha tenido el Banco Central de Chile por mucho tiempo». Lo que don Andrónico no sabe es que la Banca privada se salvó con el reajuste del 10,6% de los jubilados, que ese porcentaje año a año se les iba aumentando a su pensión. Por ello hoy estas pensiones son de hambre.
Los jubilados piden a la Presidenta que se les haga justicia social y que se sancione a los ministros que desprestigian su gobierno.

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