Columna de Osvaldo Cortés: El por qué tener acceso gratis a redes sociales en tu celular no es algo bueno

Internet es un medio que entrega múltiples beneficios: puedes pagar impuestos, postular a un trabajo, comunicarte con gente en cualquier parte del mundo, encontrar información de cualquier tipo, hasta comprar cosas tan inútiles como una máquina bronceadora para pies, todo gracias a las libertades que entrega un principio llamado “neutralidad de la red”.

Victoria.- Ahora, ¿qué es la neutralidad de la red? Según Wikipedia, “es un principio propuesto para las redes de banda ancha de uso residencial (de las que Internet es el paradigma), y potencialmente aplicable a todas las redes de comunicación, que describe cuál debería ser el tratamiento del tráfico que circula a través de ellas”. Y aquí lo más importante: “una red neutral es aquella que está libre de restricciones en las clases de equipamiento que pueden ser usadas y los modos de comunicación permitidos, que no restringe el contenido, sitios y plataformas, y donde la comunicación no está irrazonablemente degradada por otras comunicaciones”. Básicamente, este principio establece que toda información en Internet debe ser tratada con igualdad, sin importar quién la creó, y debe garantizarse su libre acceso para todos los usuarios. ¿Y qué pasaría si se terminara la neutralidad de la red? Como lo resalta el cómico y actor inglés John Oliver, “terminar la neutralidad de la red permitiría a las grandes empresas comprar su ruta hacia el carril rápido, dejando a todos los demás en el carril lento”. Es decir, las empresas de telecomunicaciones podrían dar mayor preferencia a ciertos servicios en desmedro de otros, con el fin de captar más clientes, y nosotros, como usuarios, tendríamos que pagar no para tener un buen servicio, sino para no tener uno malo. Es decir, se monopolizaría el acceso a cierta información en Internet, poniendo barreras tales como bajar la velocidad de conexión a ciertos servicios y cobrar para tener una velocidad a lo más decente. Y esto está ocurriendo en Chile. Desde hace algún tiempo, varios operadores de telefonía móvil están ofreciendo a sus clientes acceso gratuito a ciertas redes sociales (generalmente Facebook, Twitter y Whatsapp), por la compra de planes y paquetes de telefonía e Internet móvil. Puede sonar como algo muy bueno, pero no lo es, porque eso significa que se está favoreciendo a ciertos servicios, en desmedro de otros, lo que supone -como se dijo anteriormente- una monopolización del acceso a la información en Internet, lo que supone un atentado a la libre competencia entre las redes sociales y entre las operadoras. De hecho, lo anterior es una violación del artículo 24H de la Ley 20.453, más conocida como la “Ley de neutralidad en la red” (aprobada en agosto de 2010; somos uno de los pocos países en tener una ley así), que en una de sus partes dice que los proveedores de acceso a Internet “no podrán arbitrariamente bloquear, interferir, discriminar, entorpecer ni restringir el derecho de cualquier usuario de Internet para utilizar, enviar, recibir u ofrecer cualquier contenido, aplicación o servicio legal a través de Internet, así como cualquier otro tipo de actividad o uso legal realizado a través de la red. En este sentido, deberán ofrecer a cada usuario un servicio de acceso a Internet o de conectividad al proveedor de acceso a Internet, según corresponda, que no distinga arbitrariamente contenidos, aplicaciones o servicios, basados en la fuente de origen o propiedad de éstos, habida cuenta de las distintas configuraciones de la conexión a Internet según el contrato vigente con los usuarios”. Según la Subsecretaría de Telecomunicaciones, en este caso las empresas que entregan algunas redes sociales gratis, lo que hacen es privilegiar el uso de estos servicios, mediante el acceso a una Internet bloqueada, excluyendo las redes sociales privilegiadas. Pero para colmo, si se quiere acceder a un enlace externo (algún vídeo o pagina que alguien compartió), hay que pagar. En conclusión, para poder mantener la neutralidad de Internet y garantizar su acceso libre, hay que hacer ciertos sacrificios, como renunciar a las redes sociales gratis. Internet es quizás lo más cerca que hay a la total libertad: son los usuarios quienes eligen lo que quiere leer, ver o escuchar; cualquiera puede dar su opinión sin ser juzgado (excepto por unos cuantos trolls); y toda la información y el entretenimiento que buscamos están al alcance de un click. Por eso no podemos ponerle trabas a su libre acceso; por eso las empresas de telefonía no pueden ponerle trabas a su libre acceso, ofreciendo sólo una mirada sesgada a través de solamente Facebook o Twitter. Y por eso las redes sociales gratis en el celular no son algo bueno, aunque lo ideal sería que el acceso a Internet fuera gratis siempre y para todos, pero eso sería pedir demasiado, ¿o no?.