miércoles, 12 de junio de 2013
Entrevista a Mario Waisbluth, Presidente de Educación 2020
Araucanía.- Javiera Acuña, Encargada de Comunicaciones de Fundación AraucaníAprende. Mario Waissbluth es Ingeniero Químico de la Universidad de Chile, con PhD en Ingeniería de la Universidad de Wisconsin y sólo tras una larga y exitosa carrera vinculada a la ciencia, la tecnología y la gestión, se adhirió a la senda del mejoramiento educativo chileno. Exiliado por 14 años en México y Estados Unidos, fue un prolífico biotecnólogo y luego un especialista en gestión, gracias a lo cual formó su propia empresa al retornar a Chile en el 89. Con 57 años, descubrió que tenía una vocación académica inconclusa y retornó a la Universidad de Chile, como Director del Centro de Sistemas Públicos. Sólo hace 4 años “se tropezó” con la educación, al escribir una columna en la revista Qué Pasa, denominada “El estatuto docente, una tragedia peor que el Transantiago”.
“Me puse a investigar en serio”, recuerda. “Cuando fui encontrando los datos sentía que hubiera agarrado la cuerda de un pozo séptico desde donde empezaban a salir datos y datos”. Con el alto revuelo causado en la opinión pública, los líderes estudiantiles de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile –todos ellos ex pingüinos- valoraron la mirada de Waissbluth y, junto a él, formaron el movimiento ciudadano que hoy es la Fundación Educación 2020.
¿Cuál ha sido el mayor logro de Educación 2020?
Hemos propuesto 16 medidas de mejoramiento en la educación, de las cuales 15 se encuentran en vías de desarrollo o ya fueron implementadas, como las becas de pedagogía. Si bien, respecto de estas medidas nosotros no fuimos “los inventores de la pólvora”, hay una propuesta que es sólo nuestra y que fue acogida por el entonces Ministro Lavín, que es la adecuada elección de directores escolares. Para nosotros sigue siendo un tema central. Sin eso todo lo demás es un chiste. En La Araucanía tienen que tomar conciencia de que mientras no tengan 1.300 maravillosos directores de escuela, que sean líderes pedagógicos, líderes comunitarios, no habrá salida.
¿Cuál es el problema que tienen los directores actuales?
Hace un par de años, el Centro de Estudios de Política y Práctica en Educación de la Universidad Católica (CEPPE) hizo una encuesta a directores de escuela y una de las preguntas era ¿crees tú que puedes mejorar el aprendizaje de los alumnos de tu escuela? El 80% respondió que no. Otra pregunta decía: ¿crees tú que puedes mejorar la conducta y el desempeño de los profesores de tú escuela? El 80% respondió que no. Estas preguntas se las hago a todos los alcaldes que me topo. Mientras sigamos teniendo esas cifras, el problema de educación en Chile no tiene arreglo, así de simple. Mientras no se consiga que los mejores de los mejores de Chile sean directores de los Departamentos Municipales de Educación y mientras no consigas que los mejores de los mejores de Chile sean directores de escuela, puedes triplicar los recursos y no vas a lograr nada de nada.
¿Ser los mejores, necesariamente implica ser un magíster o un doctorado?
No, para nada. El liderazgo no te lo da un magíster o un doctorado. O sea, necesariamente tienen que ser profesores, tienen que saber pedagogía, porque el principal liderazgo de los directores, es el liderazgo pedagógico. El buen director es el que se sienta en la parte de atrás del aula, en la clase del profesor y a la salida es él quien lo retroalimenta. Es el que diseña el plan escolar del año, tiene que ser gente que sepa del mundo de la enseñanza. Pero otro requisito tiene que ver con creerse el cuento, tienen que tener fuego en la mirada, tienen que sentir que “yo a este chiquillo lo voy a sacar adelante, sí o sí”. Los recursos se van a malgastar si no tenemos líderes escolares.
¿Cuál es su opinión acerca de AraucaníAprende y hacia dónde orientaría sus esfuerzos en el futuro?
Primero que nada, me parece que lo están haciendo es maravilloso. Es una intervención que cambia la vida de niños, por una inversión microscópica comparada con lo que debiera ser y que cambia la vida incluso de las profesoras jubiladas. Y el punto es que mientras los chicos no entiendan lo que leen, todo el resto del edificio educativo no se va a construir: no van aprender matemáticas, no van a aprender nada. Si yo tuviera que dar un consejo, si pueden comenzar esto en pre-kínder o kínder, es mejor. Este partido se juega cuando los niños están formando su capacidad neuronal y esto es en el jardín infantil. Ese es un posible proceso de expansión posible para la fundación. En un segundo término, a mí me gustaría que en vez de un AraucaníAprende, exista un ChileAprende. Que este programa se vaya a otras regiones es demasiado necesario -y ha demostrado ser eficiente, a costos efectivos, funciona y ya saben cómo hacerlo-. Es ya casi un pecado no hacerlo.
Porque el problema es de todo Chile…
El 40% de los niños que sale de básica no entiende lo que lee. El 40% de los chicos que salen de media no entiende lo que lee. Si ya no lo hiciste en básica, ya perdiste el partido y el 40% de los chicos que entran a la educación superior y que después definen las calles no entienden lo que leen, y esto es un problema nacional. A lo mejor los resultados de la Araucanía están peores que la media nacional, pero es una epidemia nacional. Yo estuve una vez con el director de una de las sedes regionales de uno de los dos institutos profesionales más grandes de Chile y le pregunté qué porcentaje de los alumnos que entran al instituto no entiende lo que lee. Me dijo que un 50%. Hemos tenido 12 años -o más, porque a veces repiten-, en educación básica y media, luego 3 ó 4 años en la universidad -o sea 16 años- y el sistema escolar no ha logrado que los chicos entiendan lo que leen. Es intolerable.
¿Cómo es la situación en países desarrollados?
El test internacional de PISA, que un test estándar en 100 países aproximadamente y está muy bien hecho por la OCDE, pone notas de 1 a 6 y se aplica a chicos de 15 años. Chile está en el nivel 1, lo que significa que los jóvenes no entienden nada. Tenemos como un 31%: Perú 65% y Argentina 40%. Figuramos como los mejores del barrio, pero Finlandia tiene 10%. Pero hay otro dato interesante en el test, que dice que los que sacan la nota máxima -o sea los que tienen de verdad comprensión de lectura- ¿Qué porcentaje de los chicos de Chile tienen comprensión total, excelente, de lectura? Un 1.7%. Lo que quiero decir es que ni los colegios particulares pagados están haciendo bien la pega. En cambio, en los países industrializados, los países tienen un 10, un 15 ó 20 % en el nivel máximo de este test.
¿Cuál es el impacto de la lectura en la vida de una persona?
Si no entiendes lo que lees, tampoco comprendes lo que escuchas. Un chico que no entiende lo que lee, no puede entender otras materias, no puede recibir instrucciones laborales en una fábrica o en un campo. Impacta en la productividad del país, en el futuro de esos niños, en ejercer la democracia, en entender lo que está pasando en el país, en ejercer su derecho ciudadano. Voy a poner un caso: el famoso escándalo de La Polar. Yo escribí una columna que se llama “La Polar Universitaria”, que es un fenómeno completamente paralelo. La Polar tomó a más de 1 millón de clientes, les hizo préstamos a una tasa de interés usurera de 30, 40 ó 45% al año y después les repactó, con castigos sin informar. Las personas que tomaron esos créditos no entienden lo que es una tasa de interés, han sido abusados por su ignorancia. O sea que el sistema, cuando tienes consumidores ignorantes, te permite abusarlos a destajo.
¿Cómo manejar el factor de una mala base en el hogar?
Ese es el problema central. Los niños vulnerables no traen de la casa el capital cultural que sí traen los niños de familias adineradas. El punto es el siguiente: si ya sabemos que la mamá de ese niño no entiende lo que lee ¿por qué vamos a condenar al chico? Las escuelas efectivas, primero que nada, saben entusiasmar a esos padres, los comprometen con la educación de sus hijos, aunque ellos no entiendan lo que leen. Van al colegio, ayudan, pintan. Las escuelas efectivas hacen programas de lecto-escritura para padres. Hay que sacar a todos adelante. La responsabilidad sigue estando en la escuela. Si tenemos chicos vulnerables, de familias vulnerables, en escuelas vulnerables, es responsabilidad del director y de los profesores sacar adelante a este niño, con o sin su familia y ojalá trayendo a las familias en las noches a tomar clases en la escuela.
¿Cómo se mejora el actual sistema de educación básica?
Llegamos a la convicción absoluta de que el país en 10 años tiene que estar completamente desmunicipalizado y transformado en consejos o distritos escolares, locales. No creemos en la administración desde Santiago, eso es una locura. Tienen que ser distritos locales, del tamaño de una comuna o dos, cuyo criterio principal es ser altamente profesionales. Y tendría que crearse, dentro del Ministerio de Educación, una Agencia Nacional de Educación Pública, que sea el ente rector supervisor encargado de la expansión de la educación pública. Este tiene que tener capacidad de intervención, en caso de abandono de deberes. No se mete en la administración de los distritos. Pero si ve que en un distrito escolar está quedando la crema, tiene que tener la potestad de intervenirlo.
¿Debe seguir existiendo el particular subvencionado?
Si pero con algunos detalles. En esta área creemos que se debe aplicar la educación holandesa. En Holanda el 70% de la educación es particular subvencionada. Primero, las escuelas son todas sin fines de lucro, porque el Estado holandés considera que el lucro en la educación genera incentivos demasiado perversos. Yo creo en el lucro en las panaderías, en los servicios, en los supermercados, en los hoteles. Yo creo en el lucro y en el mercado. Pero en la educación, ya dejé de creer y es que lo veo en el mundo, no porque se me pasó una ideología por la cabeza, sino porque la evidencia es que no funciona. Segundo, las escuelas holandesas no le pueden cobrar copago a los padres, está prohibido cobrar financiamiento compartido; tercero, los profesores tienen escala salarial nacional, con negociación colectiva para profesores públicos y privados y, cuarto, hay requisitos mínimos para empezar a ahorrar la subvención. Nosotros decimos, sí, pongamos educación particular subvencionada, pero a la holandesa.
¿Y el particular pagado?
La fuente central de segregación de clases es la educación particular pagada, frente a eso no veo herramientas constitucionales para poder intervenir. Un día algo intentaremos, el punto es que las escuelas particulares pagadas son el 7% de las escuelas de Chile. Igual es un problema grave, porque ahí es donde se selecciona la elite, se reproduce ahí todo el clasismo de Chile.
¿Y la universidad debe ser gratuita?
No. Ese es el gran tema de la pelea. El drama aquí es que los que chillan son los universitarios. Los preescolares no tiran pañales con caca en La Moneda. Todo es una cuestión de prioridades. Y esta pregunta tiene que ver con la carga tributaria. Los alemanes tienen gratis desde la sala cuna hasta el doctorado. Pero la carga tributaria es el 40% del PIB, no del 20%. A lo mejor se pasaron para el otro lado, pero lo que quiero decir es que entre 20 y 40 hay una pequeña distancia, entonces, si a mí me das un país con un 40% de la carga tributaria, yo pongo la educación gratuita. Pero si no vamos a subir los impuestos del 20 a un 40% -que sería una locura por lo demás-, yo tengo 14 prioridades antes, que una educación superior gratuita. ¿Si tuviéramos 180 mil cupos sin llenar en salas cunas y me dices que tengo que darles educación superior gratuita a todos? O sea, me encantaría.
¿Cómo mejorar la calidad del cuerpo docente?
Como dicen todos los textos internacionales, el techo de un sistema educativo está dado por sus profesores. Nosotros hemos llamado a los directivos escolares “el campamento base de la ruta al Everest”. Nosotros no vamos a lograr ser de nivel internacional, mientras no tengamos una carrera docente de lujo, mientras los mejores egresados de enseñanza media concursen por entrar en pedagogía -como sucede en los países donde funciona la educación- y tengan remuneraciones tan buenas como la de un médico, un abogado, un ingeniero o un dentista. En eso nos vamos a demorar 15 ó 20 años. Mientras tanto, el “campamento base en la ruta al Everest” -siendo el Everest los profesores-, son los directores: con buenos directores, puedes dar vuelta los resultados de una escuela en 2 ó 3 años, con los mismos profesores. No digo que vamos a llegar al nivel de Finlandia, pero que los vamos a dejar a todos entendiendo lo que leen, te lo garantizo
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