lunes, 20 de mayo de 2013
El acorazado presidencial de la centro derecha
Santiago.- En las últimas semanas se ha difundido una serie de columnas y comentarios en distintos medios de comunicación para analizar el curso que ha tomado la UDI respecto a la carrera presidencial.
Más allá de las críticas y alabanzas por el cómo se han dado las cosas, lo cierto es que casi todas las opiniones coinciden en destacar las fortalezas de la figura de Pablo Longueira y su innegable efecto en los temas de debate de las candidaturas.
Es reconocida la trayectoria que Pablo ha tenido en política, donde adherentes y detractores reconocen su forma de ser consecuente y con una sólida base doctrinaria.
Si bien algunos pueden decir que esto hace que Longueira sea predecible y que sea difícil sacarlo de sus ideas, la verdad es que en su gestión como presidente de la UDI, como senador y como ministro de Economía demostró que se puede ser innovador, abierto a nuevas ideas y atender las necesidades de las personas, sin comprometer los principios.
Pablo ha tenido la capacidad de actuar por el bien del país por sobre los intereses y cálculos personales. Si no fuera así, cuando el gobierno de Lagos sucumbía frente al caso MOP-GATE, por ejemplo, Longueira no habría movido un solo dedo por ayudar a la Concertación.
En cambio, entendió que estaba en juego la gobernabilidad y estabilidad del país y decidió sacar adelante un acuerdo modernizador del Estado que permitiera salir de la crisis y que además sentara bases más sólidas para todo el que gobernara en el futuro.
Estas son algunas de las características por las que Pablo se ha destacado en su vida, la que, sin duda, ha entregado al servicio público de manera ininterrumpida y que le ha valido ser uno de los políticos más respetados, constituyéndose en un líder, un verdadero estadista, y hoy, en el acorazado presidencial de la centro derecha.
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