Araucanía.- Estamos nuevamente frente a un ejercicio llamado democracia. El 17 de noviembre algunos chilenos irán a votar. Muchas promesas de diferentes candidatos, esta vez son nueve candidatos, dos damas que representan la dicotomía de la derecha y la izquierda; esta categorización política no significan nada para muchos chilenos, ya tuvieron su oportunidad de “gobernar” y no han honrado la confianza de los sinceros votantes.
Nuestro país continúan con frustraciones crónicas: desigualdad social, económica, educacional, cultural, valórica etc. somos un país donde algunas personas le rinden honor a la hipocresía, al consumismo, al snobismo, al autoritarismo en todo los niveles, a la falta de carácter, a los malos hábitos individuales y colectivos. Estamos más preocupados con la basura en las calles y con el no respeto a las filas en los supermercados, bancos y otros lugares públicos. Esto es un reflejo de nuestro “mal carácter”. De los nueve candidatos hay una candidata atípica: la Sra, Roxana Miranda, no tiene tal licenciatura, ni magíster, ni menos doctorados en ningún saber, pero no olvidemos que en Brasil fue presidente un humilde nordestino de profesión, “tornero mecánico”, sin embargo supo gobernar con inteligencia social y emocional y hoy es un líder mundial. No debemos despreciar a nadie; como dice una letra de una de las canciones de “Quelentaro”, “El que predica no sangra”. La mayoría de los discursan no han sufrido los rigores de la vida.
Es una ilusión ilusoria creer que vamos a mejorar la calidad de la educación. No nos damos cuenta que hay un factor fundamental en la realidad educacional, me refiero a la familia. ¿Cómo están funcionando hoy la mayoría de las familias chilenas?: Los padres presionados por el “status social”, trabajan fuera de casa y los hijos en manos de personas “ajenas” a la familia; resultado: hijos “adictos a la tecnología”, “generación cabeza gacha”, no sacan la vista de los elementos digitales que van causando una “dependencia peligrosa”, con incidencia en el comportamiento hostil de los jóvenes con todo el mundo adulto e institucional del país. Como adultos, ¿Cuál es nuestra responsabilidad?, somos sólo “proveedores económicos de nuestra família? o existen otras responsabilidades como padres y adultos. La violencia de los programas televisivos y de los “juegos peligrosos”, están marcando a nuestros niños y jóvenes con antivalores.
En definitiva Chile no necesita más presidentes que sean mercaderes y no empresarios, agnósticos y que dicen que chile debe ser un país más moderno y estamos en un período de pos medernismo. No entiendo esa idea, de la candidata de la “Nueva Mayoría”, no más ministros tecnócratas y lacayos de un sistema “neo liberal” corrupto, perverso y fracasado. Chile no necesita más intendentes designados, alcaldes que abusan del poder del pueblo, a veces usando vehículos públicos, como siendo particulares; no más alcaldes que estudiaron en cuba y quieren replicar aquí en chile parte del sistema cubano y con asesores con mentalidad de “cubanitos”. No necesitamos más parlamentarios que lucren con su función; no necesitamos más “CORES” que no están por “meritocracia”; a muchos les falta “integridad e inteligencia emocional”. Chile no necesita funcionarios públicos mediocres y que atiendan mal al público; Chile no necesita médicos que actúan como semi-dioses y traten de tú a los pacientes mayores de edad.
Por eso y mucho más, es que yo no estoy dispuesto a darle mi voto de confianza a candidatos sin integridad moral, que usufructúan del poder, que están sometidos a un “gobierno mundial invisible”, que domina el mundo mediante el dios dinero y para los cuales todos los que se dedican a la política son simplemente marionetas. Chilenos, no sigamos siendo ingenuos y ciegos, la “democracia” es una ilusión creada por los que mueven los hilos del mundo. Usted decide, usted elige: Seguir siendo engañado o llegar a ser un ser con verdadera dignidad.
Con afecto y respeto, Nemesio Sobarzo.
PD: Tengo un hijo que vino desde el extranjero a renovar documentos otorgados por oficinas municipales. Hasta aquí no ha podido realizar dichos trámites. ¿Cómo responde el Estado de Chile a un chileno que vive en el extranjero y no tiene posibilidades de cumplir con las leyes chilenas? ¿Se podría demandar al Estado o al municipio por esta inaudita situación?. ¿Los expertos me pueden responder?. Desde ya, muchas gracias
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