Deportivo Chillancito de luto tras muerte de uno de sus creadores

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Domingo Morales se lanzó desde el quinto piso del Hospital

Angol.- Rodrigo Zurita Con el dolor de la pérdida de una gran persona, marido cariñoso, ejemplar padre de seis hijos, dos hombres y cuatro mujeres, dirigente incansable y fanático futbolista, los familiares y amigos de Domingo Antonio Morales Conejero despidieron ayer sus restos en el Cementerio Municipal, donde descansarán eternamente. El pasado sábado, en una decisión que nadie aún puede entender, Domingo Morales de 70 años, luego de ser internado en el Hospital de Angol por trastornos del sueño, decidió quitarse la vida lanzándose desde el quinto piso de dicho recinto hospitalario, falleciendo de forma instantánea. PROBLEMAS Según nos relató una de sus hijas, Mariana Morales Contreras, su padre se encontraba afectado desde hace algún tiempo de varios problemas, como una diabetes, trastorno del sueño y algún tipo de depresión, la que si bien no estaba diagnosticada, le generaba algunos cambios radicales de personalidad e incluso crisis de pánico. Desde un tiempo a la fecha, Domingo Morales, debido a una brusca disminución de su peso, comenzó a manifestar que se encontraba infectado con un extraño virus, lo cual lo llevó incluso a cortarse una de sus muñecas, con el objetivo de sangrar y eliminar así tal infección. “Mi padre estaba enfermo y últimamente decía tener un virus. En una oportunidad que lo vine a ver a la casa, estuvimos conversando acerca de situaciones cotidianas y de pronto lo fui a abrazar y él me dijo, no te acerques que estoy infectado por un virus, haciendo alusión a su creencia debido a su baja de peso”, relató la hija. Pese a estos problemas, Domingo Morales era un hombre alegre, bueno para la broma y muy querendón de su familia, principalmente de su mujer. A su último adiós, lo acompañó además una de sus amigas más fieles, compañera de viajes y privadas conversaciones, su yegua “Esperanza”, quien en todo momento caminó tras la carroza, cabizbaja y silenciosa, como entendiendo que este sería el último viaje que realizarían juntos. Domingo Morales, tras su muerte, dejó grandes legados para la comuna, muchos de ellos dentro del ámbito deportivo, siendo el fútbol su gran pasión, después de la familia. VIDA Deportista desde muy joven, Morales fue uno de los formadores del Club Deportivo Chillancito, hace aproximadamente 55 años atrás. Además, durante su juventud, integró el equipo de Malleco Unido en 1958 y ese mismo año se fue a probar a Colo Colo, quedando en las juveniles junto al emblemático Carlos Cazely, debiendo retirarse más tarde debido al fallecimiento de su padre. Fue jugador de varios equipos, entre los cuales compartió camiseta con futbolistas insignes de Angol como Enrique Neira, Arturo Parra y Rolando Bascur, según cuenta su esposa. Morales además dedicó 37 años de su vida a trabajar en educación, siendo asistente de la educación en el internado de hombres por cerca de 25 años, y luego como portero y auxiliar en la jornada nocturna del Liceo de Hombres. Sus últimos años antes de jubilar, Domingo Morales se desempeñó en el mismo servicio en los colegios Aragón y Diego Dublé Urrutia. Actualmente, este incansable angolino, se desempeñaba como secretario del comité de agua potable de Piedra Blanca, donde vivía desde hace muchos años junto a su mujer. DEMANDA La acongojada hija, manifestó además que ya se están realizando las acciones necesarias para emprender acciones legales en contra del centro hospitalario, responsables del cuidado de su padre, “a quien lo internamos en dicho lugar pensando en una recuperación y cuidado de mi padre y no para lamentar un tragedia como esta”, manifestó Mariana, la hija. Durante su despedida en el campo santo, no fue raro observar y escuchar a varias personas manifestar el fanatismo y entusiasmo que siempre caracterizó a este futbolero de corazón, por lo que tras su muerte no sólo se fue Domingo Morales, la persona, el padre, el marido, el tío abuelo y amigo, sino que también se va parte importante de la historia y riqueza deportiva que tiene nuestra comuna y que llorarán por siempre.