jueves, 29 de mayo de 2014
Agenda de energía y centrales hidroeléctricas en la precordillera de La Araucanía; más de fondo que de forma
Araucanía.-
(Fernando Zurita Pino,
Biólogo en Gestión de Recursos Naturales
Director ONG Socio Ambiental AUGERN
fzuritapino@gmail.com
@FdoZurita)
Hace unas semanas el Gobierno de Chile a través del Ministerio de Energía presentó la Agenda de Energía “Un desafío país, progreso para todos”, en la cual – dentro de lo nuevo – aparece el “Nuevo Rol del Estado” en materia energética, donde se denota que se requiere un Estado que, con el objeto de garantizar el bien común de los chilenos y chilenas, articule a los diversos actores en torno a una visión compartida y oriente el desarrollo energético.
Esto significa que las reglas del juego las pondrá el Estado. Considerando que es la sociedad civil en torno a diversas organizaciones sociales y ciudadanas que ven con preocupación la masificación de proyectos, especialmente, hidroeléctricos en sus territorios.
Dentro de este nuevo rol del Estado y revisando la Agenda en completo, encontramos que el espacio ciudadano para ser parte de esta toma de decisiones está en la creación de la nueva Unidad de Participación y Diálogo al interior del Ministerio de Energía. Esta unidad, tiene como objetivo fomentar y fortalecer el diálogo ciudadano en materias energéticas, atendiendo la inexistencia de un espacio para recoger las inquietudes y demandas ciudadanas.
Hasta ahí vamos ¨casi” bien, pues la Agenda plantea elaborar una Política Energética de Estado con validación social, política y técnica, en donde se realizará un proceso de diálogo amplio sobre los temas clave que se desprenden de esta Agenda de Energía y que definen la planificación del sector.
Esto se define a corto plazo año 2025, mediano y largo plazo 2050??? La pregunta es: ¿Y qué pasa con los proyectos que están en etapa de puesta en marcha? Como por ejemplo las Centrales Hidroeléctricas en la precordillera de La Araucanía, especialmente en la comuna de Curacautín.
Y más aún, esto se pone color de hormiga cuando dentro de la Agenda se plantea que: el Ministerio de Energía, junto a los ministerios de Obras Públicas y Medio Ambiente, identificarán en el segundo semestre del 2014 las principales barreras que impiden el aprovechamiento del potencial hidroeléctrico del país y, en particular, el desarrollo de los proyectos en el Plan de Obras de la Comisión Nacional de Energía de Abril 2014. Asimismo, propondrán los ajustes legales y reglamentarios para facilitar su aprovechamiento en coherencia con las propuestas, iniciativas y acciones de Ordenamiento Territorial formuladas más adelante.
Por otra parte, dentro de la misma Agenda se plantea avanzar en Ordenamiento Territorial para la hidroelectricidad, en donde se formula que se efectuara durante el período de Gobierno un proceso de mapeo y análisis global de las cuencas del país, basado en criterios técnicos hidrológicos, geológicos, ambientales, económicos y socioculturales.
Y seguimos con la misma pregunta ¿Y qué pasa con los proyectos que están en etapa de puesta en marcha? Caerán en esta misma lógica de trabajo, primero abordar el Ordenamiento Territorial y después analizar la factibilidad basada en todos los criterios técnicos antes mencionados.
Falta decir que cuando hablamos de Ordenamiento Territorial debemos considerar que por ejemplo; el desarrollo productivo de las comunas de la precordillera de La Araucanía, especialmente Curacautín, se ha focalizado hacia el Turismo de Intereses Especiales, generándose amplias inversiones en hoteles, cabañas, complejos turísticos, termas y varios otros. Sumado a la creación del Geoparque Kutralkura con fondos de SERNAGEOMIN, el acuerdo Internacional de que este territorio sea parte de la Reserva Mundial de la Biosfera (UNESCO), los aportes de CORFO y las gestiones del Gobierno pasado para la inversión en la construcción del Centro Sky Corralco.
Por cierto, que los más de 15 proyectos hidroeléctricos que se proyectan a instalarse en la cuenca del Cautín en la comuna de Curacautín, atentan con esta visión de desarrollo y que nada tiene que ver con el foco de Ordenamiento Territorial, que por cierto debió haberse instalado hace ya varios años.
Por último, debemos preguntarnos ¿Cómo desarrollamos hidroelectricidad en el Chile de hoy? ¿De qué depende que se construya una central hidroeléctrica en cierto lugar y a lo largo de cierto río? Por ejemplo, ¿por qué se aprueban centrales en ríos de la zona centro-sur? Además, ¿con qué criterios se elige el diseño y operación para estos proyectos que, tal como demostramos antes, son muy poco respetuosos con el ambiente?
Estas tres decisiones fundamentales, ubicación, diseño y operación, que en los hechos determinan íntegramente los impactos ambientales de un proyecto, permitimos que las tome un privado, con un solo interés: maximizar su rentabilidad. Para hacerlo, se adueña de derechos de agua en un tramo de río que cumple con tener un alto caudal. Elabora luego un proyecto ingenieril para esta ubicación “óptima”, eligiendo una operación que le reporte el mayor beneficio. En todas estas decisiones, no interviene el Estado, y a nadie le importa si se trata de un río prístino (Cautín) o bien uno que ya ha sido gestionado de larga data por la humanidad (el Biobío), ni qué tipo de biodiversidad ampara, ni la presencia de otras actividades de desarrollo cuyos impactos interactuarán con los de la central planeada, ni los habitantes de esa cuenca y usuarios del río, que recibirán los impactos del proyecto pero no los beneficios.
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