Aprenda cómo actuar ante una asfixia por inmersión

Victoria.- Con la temporada de playas y balnearios 2013 oficialmente inaugurada y un sol radiante, se organizan las anheladas vacaciones o los panoramas de fin de semana. Todo sea para capear el calor, los destinos que por razones obvias copan la agenda del verano son los que ofrecen un buen lugar para refrescarse. Ya sea la piscina o la orilla del mar o un lago, sin importar el lugar se debe planificar el viaje sin dejar escapar ningún detalle. ¿Alguna vez ha considerado aprender primeros auxilios antes de emprender sus vacaciones? En la época estival, más de la mitad de los accidente están relacionados con el agua y en su mayoría, afectan a niños en edad preescolar. En lo que va del año, las playas de La Araucanía ya suman víctimas fatales. Por este motivo, conocer algunas maniobras de emergencia es fundamental ya que un descuido puede ser fatal. El docente de la Carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile y especialista en primeros auxilios, Alejandro Hernández, entregó algunos consejos para que la temporada estival sólo deje gratos recuerdos. Una de las recomendaciones más relevantes, es que los padres enseñen a nadar a temprana edad a sus hijos siempre bajo la atenta mirada de un adulto, aunque practiquen el baño usando flotadores o chalecos salvavidas. “Esto ya que bastan diez centímetros de profundidad para que un menor se ahogue y sufra secuelas graves e incluso la muerte”, sostuvo el profesional. Inmersión Hernández precisó que en Chile, la asfixia por inmersión es la tercera causa de muerte en menores de 14 años. “Aprender a practicar resucitación cardiopulmonar o cardiorrespiratoria es clave para poder actuar con efectividad ante una emergencia de esa índole y salvar una vida”. Según precisa el experto de la Universidad Autónoma de Chile, lo primero es actuar rápido y sacar lo antes posible a la víctima del agua. Luego, se debe ejecutar la maniobra de Heimlich en una superficie dura. Para ello, hay que localizar el puño de la mano en el abdomen, aproximadamente a dos centímetros sobre el ombligo e inmediatamente comprimir y hacer ventilaciones simples, ingresando aire por la boca dos veces. “No olvidar colocar a la persona en posición de vomito, es decir, colocar su cabeza de costado para permitir que se elimine el contenido líquido para que no ingrese a la cavidad respiratoria profunda”, recomendó el docente. Ya en una superficie dura sobre la plataforma de la piscina u otra zona, Hernández dice que se debe iniciar la resucitación tipo ABC. El paso A consiste en extender el cuello, elevar la mandíbula y mirar dentro de la boca. Si hay algo, se debe extraer inmediatamente utilizando el dedo en gancho, como un garfio. Luego, se debe colocar a la víctima boca arriba y efectuar dos respiraciones boca a boca abarcando incluso la nariz. Para ello, se debe sellar totalmente una boca con la otra y efectuar dos insuflaciones rápidas, acción que se denomina B. El tercer y último paso (C) es determinar la existencia de pulso, evaluando la arteria carótida. En niños mayores de un año, la arteria carótida es la central más accesible y en lactantes menores a esa edad, la presencia de un cuello corto y gordo hace que la carótida sea difícil encontrar por lo que se recomienda palpar la arterial braquial o femoral. Seguridad En diferentes hogares, debido al poco tiempo libre y las altas horas fuera de casa que demanda el trabajo, están las piscinas para evitar el calor y porque no, tener un merecido relajo al término de la jornada. Sin embargo, para que el estanque no se convierta en un peligro para sus hijos, debe cumplir con una serie de exigencias. “Contar con una reja de seguridad que permanezca efectivamente cerrada y que cuente con los seguros necesarios, es sumamente necesario para que el pequeño no ingrese sorpresivamente a la piscina. También existen otras opciones como un sistema de alarma que detecta la caída de los niños activando una sirena”, recomienda Nelly Prado, directora de la Carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile. La profesional, finalmente advierte: “No dejar al niño en la piscina al cuidado de otros menores y no permitir ni enseñarles a hacer ‘chinas’ u otros juegos peligrosos en el agua”.