SANTIAGO.- En lo que constituye un nuevo enigma para La Moneda, el ministro (S) del Interior, Patricio Rosende, ratificó dos nuevos casos de falsos detenidos desaparecidos e informó que uno de ellos, Gustavo Edmundo Soto Peredo, figuraba en la lista de víctimas reconocidas por las Fuerzas Armadas en la Mesa de Diálogo de Derechos Humanos. La lista, entregada en 2001, contenía 180 personas identificadas y 20 sin antecedentes. «El Ejército presentó este caso dentro del informe que entregó en el contexto de lo que fue la Mesa de Diálogo», dijo Rosende, quien elevó a siete los casos de falsos desaparecidos.
En el gobierno califican el hecho como grave, ya que es la primera vez que se comprueba que uno de los datos de la Mesa de Diálogo es falso. Pese a que agrupaciones de DD.HH. siempre cuestionaron imprecisiones del informe castrense, en el Ejecutivo lo consideraban una fuente válida. Incluso, la figuración de Soto Peredo en la nómina de las FF.AA. Motivó al gobierno a no incluirlo en la primera lista de falsos desaparecidos que entregó a fines de diciembre. Entonces su nombre afloró al hacer un cruce de información entre el informe Rettig y datos del Registro Civil. Sin embargo, pese a que coincidían los nombres, para La Moneda pesó más la información de las FF.AA. y el hecho de que tampoco calzaban las cédulas de identidad. Después se comprobó que los RUT no coincidían pues uno correspondía a un número de identificación municipal.
Más dudas
Sin embargo, la falsa víctima en la nómina de las FF.AA. no es el único misterio. Ayer Rosende ratificó que el supuesto hijo de Soto Peredo, Rubén Simón Soto Cabrera, también fue mal calificado como desaparecido por la Comisión Rettig. Lo extraño de esta persona es que no hay pruebas de su existencia legal, salvo un certificado del Registro Civil, que dice que nació en 1965 y que fue inscrito 14 años después, en 1979. Soto Cabrera, además, aparece como hijo de María Cabrera Silva, la mujer que ante el Comité pro Paz, luego la Vicaría de la Solidaridad y finalmente ante la Comisión Rettig simuló ser viuda de Soto Peredo y lo declaró como desaparecido. Sin embargo, en realidad María Cabrera era cuñada de Soto Peredo y cónyuge de Héctor Soto.
Una de sus hijas, Patricia Soto Cabrera, fue quien atestiguó ante la Comisión Rettig sobre la desaparición de su supuesto hermano Rubén Simón, pese a que nunca lo conoció. Tras ser contactada por personal de gobierno admitió haber inventado su testimonio a petición de su madre, quien falleció en 1995. Ninguna de ellas cobró beneficios fiscales por los casos de Soto Peredo ni Soto Cabrera.
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