martes, 26 de mayo de 2015
Presidente del Colegio de Profesores de Victoria habla sobre rendimientos académicos
Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista)
Para el presidente del Colegio de Profesores de Victoria, Héctor Guzmán Sepúlveda, “Este año, a pesar de la gran cantidad de recursos con que cuentan los establecimientos educacionales, hemos visto con preocupación cómo han bajado los rendimientos académicos en nuestra comuna, sólo algunos, especialmente rurales, y un par de colegios privados, lograron buenos resultados”.
Preocupado por el tema, que ha sido una constante en el Colegio de la Orden, el líder gremial acota a continuación: “Y la verdad que uno se pregunta ¿Qué está pasando con nuestra educación? ¿Realmente a nuestras autoridades y a los sostenedores, les importa que los niños y niñas aprendan?, o están más preocupados de presumir de sus logros administrativos y de llenarse de cosas superfluas, sin preocuparse de sus estudiantes y profesores”.
INCONGRUENCIAS
Señala que esto lo afirma porque hace algunos años una escuela municipal de Victoria (Selva Oscura) logró durante dos años excelentes resultados académicos en la evaluación SIMCE (una media de 300 puntos en dos años). Y que en vez de felicitar y apoyar a su directora, el alcalde y el Concejo Municipal no encontraron nada mejor que despedirla “. Prosigue: “este año, una escuela privada de otra comuna de la provincia, logró también los más altos resultados a nivel regional y nacional y, ¿saben lo que hizo la sostenedora? Despidió a la profesora que obtuvo esos puntajes”.
Añade que podría escribir muchos ejemplos más que han sucedido en Victoria y otras comunas, pero basta con estas dos muestras para decir ¡he aquí la paradoja!, los que logran que sus estudiantes aprendan son despedidos de su trabajo y los que demuestran un nivel de servilismo a sus autoridades, son alabados y premiados.
“El Simce es un instrumento para medir la calidad de la educación –llama la atención- en los establecimientos educacionales y su principal propósito consiste en contribuir al “mejoramiento de la calidad y la equidad de la educación”; entendiéndose como calidad, que los establecimientos educacionales garanticen que todos los niños y niñas alcancen los objetivos generales y los estándares de aprendizaje definidos por el Mineduc; y equidad, como igualdad de oportunidades, para que todos y todas tengan una educación de calidad. Para llegar a esto necesitamos directivos y profesores competentes, críticos, con opinión, cuestionadores y no sumisos, aduladores ni serviles”.
Concluye exponiendo que si se quiere que los estudiantes reciban la mejor educación posible, se necesita que las demandas magisteriales de autonomía y participación sean escuchadas; de una Carrera Profesional Docente que proteja a los profesores y directivos exitosos, de la desmunicipalización de la educación pública (pero de verdad, sin los alcaldes)….”Para que a los directores y docentes se les mida por los logros educativos de sus estudiantes y no del nivel de obediencia que se tenga con las autoridades de turno!”.
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