Temuco.- (Pablo Padilla Cabrera, Periodista) Al iniciar sus actividades en la región de la Araucanía, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, participó en la primera sesión de trabajo del Área de Desarrollo Indígena (ADI) de Ercilla, iniciativa presidencial comprometida durante su última cuenta pública al país, a la que se han incorporado 37 de las 42 comunidades que habitan en la zona.
En la ocasión, el Mandatario recordó que “el 21 de mayo de este año, como Presidente propuse la creación de esta Área de Desarrollo Indígena”, subrayando que éstas iniciativas “no se imponen desde arriba, se acuerdan con las partes involucradas. Y recibimos una serie de sugerencias y observaciones de parte de las propias comunidades, donde la inmensa mayoría de ellas fueron acogidas, incluyendo la de que por primera vez ésta sea presidida por un miembro del pueblo mapuche, el lonko Juan Carlos Curinao, que estuvo con nosotros en La Moneda hace algunos días, junto a su mujer”.
El Área de Desarrollo Indígena (ADI) de Ercilla irá en beneficio de 1.082 familias, que representan a 4.739 personas, para lo cual se implementarán mesas de trabajo de tierras y aguas, desarrollo productivo, cultura y educación. En esta instancia, se convocará de forma periódica a las autoridades de Gobierno y a las comunidades mapuches para resolver sus problemáticas, tales como la compra de tierras, el apoyo productivo, mejoras en infraestructura vial, educación y salud intercultural, entre otras.
Al respecto, el Jefe de Estado dijo que “la filosofía de esta nueva forma de enfrentar el desarrollo de La Araucanía y los pueblos originarios es integrando sus puntos de vista, su idioma, su cultura, su cosmovisión y sus tradiciones, y por tanto queremos que participen en plenitud en todas las decisiones que se tomen en el contexto de esta Área de Desarrollo Indígena, en las decisiones productivas, de educación, de salud, de tierras, de agua y de cultura”.
Asimismo, recalcó que este compromiso tiene cuatro pilares: el desarrollo integral, la participación, el respeto por la cultura indígena y, al mismo tiempo, por el Estado de Derecho, que se expresa “en el derecho de todos los ciudadanos a vivir en paz y tranquilidad”, destacando que “la gran mayoría de las familias saben perfectamente bien que el camino de la violencia no conduce a ninguna parte”, para lo cual “vamos a requerir mucha fortaleza y no dejarnos ni amedrentar, ni mucho menos quebrar por una minoría”.
En esa línea, sostuvo que “no hay ninguna contradicción entre fomentar el desarrollo integral, la cultura de esta región y de nuestros pueblos originarios, con tener una mano muy firme y decidida para combatir la violencia y la delincuencia de unos pocos cobardes que se escudan detrás de las sombras de la noche o detrás de capuchas para atentar contra gente humilde, como Juan Carlos Curinao, como Héctor Gallardo, los atentados que se han cometido contra gente del propio pueblo mapuche por el solo pecado de querer trabajar y progresar en paz”.
Explicó que “aquellas personas que han cometido delito y que han sido condenadas por la justicia, sean del origen que sean, tienen que responder ante la ley. Eso es parte del Estado de Derecho. Aquí no hay ninguna persecución contra un pueblo, una etnia, una región o un grupo en particular. La justicia lo que persigue es a los delincuentes, y todo ciudadano tiene derecho a un debido proceso”.
Al respecto, aseguró que “una de las preocupaciones que tenemos con la modificación a la Reforma Procesal Penal es precisamente agilizar los tiempos de la justicia, para que no haya personas que estén privadas de libertad, sin haber sido condenadas, sino que por el mínimo tiempo que el proceso requiere”.
Del mismo modo, reafirmó que “el diálogo es el camino para encontrar las soluciones. Y este diálogo no se inicia hoy día, lo iniciamos en una mesa que constituimos en el Cerro Ñielol y que después se ha podido extender”, subrayando que “estamos perfectamente conscientes que todavía quedan muchos temas que requieren la participación del pueblo mapuche para encontrar las soluciones”.
En este marco, el Mandatario planteó la necesidad de avanzar con celeridad, para lo cual comprometió todo el apoyo del Gobierno. “No queremos quedarnos estancados en mesas de discusiones eternas. Queremos acción, queremos resultados pronto. Y van a tener todo el respaldo del Gobierno regional, y aquí está presente el intendente, y todo el respaldo del Gobierno nacional que tengo el privilegio de presidir”, puntualizó.
El Presidente Piñera aseguró que “estamos absolutamente conscientes que tenemos una deuda histórica con nuestros pueblos originarios y también con la región de La Araucanía, porque es evidente que nuestros pueblos originarios no han tenido las mismas oportunidades que el resto de los chilenos, y eso se ha traducido en mayores niveles de pobreza, menores niveles de educación, menos oportunidades, y eso lo queremos cambiar”.
Plan Araucanía: crecimiento superior al 5%, por encima del promedio nacional
En la oportunidad, el Jefe de Estado destacó que el Plan Araucanía, lanzado en 2010, ha permitido –por ejemplo- “aumentar en más de 50% la inversión en la región en relación a la que recibimos del gobierno anterior”, resaltando que “por fin la región de La Araucanía, después de muchos años de estancamiento, ha vuelto a crecer. Y, de hecho, el crecimiento de este primer semestre supera el 5%, y está por encima del crecimiento promedio de nuestro país”.
Añadió que “hemos logrado reducir sustancialmente la tasa de desempleo, que ha caído del 8,7 al 6,8; hemos logrado crear más de 32 mil nuevos empleos en la región. Y, por tanto, hay ahí algunas cifras que muestran que no es solamente una declaración de intenciones, es un firme compromiso que está empezando a dar sus primeros frutos”.
Por último, el Mandatario señaló que “estamos perfectamente conscientes que esto es sólo el comienzo y que para poder cumplir nuestro compromiso y pagar esa deuda histórica, tenemos que seguir avanzando”.
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