Villarrica.- Villarrica vive una situación que viene asechando a muchos lugares del sur: la llegada de empresas generadoras de electricidad en búsqueda de sus recursos naturales (ríos) por su poder hídrico. Una realidad que estuvo en la cima de la polémica este año tras la aprobación del proyecto HidroAysén, lo que significó el repudio de millones de chilenos en todo el país, manifestándose a través de marchas y protestas. Un hecho que ha demostrado el descontento de nuestra sociedad, no tan solo por los ataques al medio ambiente, sino por la cantidad de injusticias sociales que experimentamos y que se ha plasmado en las manifestaciones realizadas en las calles. Un estudio catastral realizado conjuntamente entre los ministerios de Agricultura y Energía, permitió identificar 290 oportunidades para instalar centrales asociadas al riego, cuya potencia total alcanzaría a más de 860 MW, entre las regiones de Atacama y La Araucanía, siendo el río Toltén una de ellos, lo que ha prendido las alarmas en los vecinos y autoridades de la zona. Quienes más conocen del tema, llaman a poner en la balanza los costos y beneficios de este proyecto, argumentando que el impacto negativo que tendría el turismo sería un golpe mayor.
Mucho se ha hablado de las hidroeléctricas, pero ¿sabemos cuáles son sus pros y sus contras? Primero, estas centrales utilizan energía hidráulica para la generación de energía eléctrica y son el resultado actual de la evolución de los antiguos molinos que aprovechaban la corriente de los ríos para mover una rueda. Éstas, utilizan el agua, un recurso renovable, limpio y sustentable. Hasta ahí todo OK, pero hay un par de cosas que tienen al turismo, el mundo agrario ribereño y las comunidades mapuche, muy sensibles. Las represas hidroeléctricas acumulan sedimentos y pueden bloquear las turbinas, por lo que las instalaciones hidroeléctricas deben retirar los sedimentos y desprenderse de ellos de alguna manera. ¿Dónde las botan? Además, las hidroeléctricas bloquean las rutas de migración de peces que necesitan remontar los ríos para el desove.
En general, afectan directamente a la zona, lo que no se compensaría con la energía que pudiera generar esta central. Sabemos que Villarrica está inserta en una Zona de Interés Turística (ZOIT). Por tener una central, la ciudad y los vecinos podrían arriesgar calidad productiva frente al visitante, además de dejar a su suerte a centenares de familias o bien desechar proyectos familiares a orillas de sus ríos. Todo esto lo dicen expertos del turismo de Villarrica y Pucón.
El drama del “progreso” versus la armonía local, tiene como escenario el río Toltén.
En la región los vecinos y las autoridades siempre apoyaron el rechazo a este tipo de centrales, con un punto de vista externo, como si fuese en realidad un asunto extremo austral, solidarizando mecánicamente con el movimiento Patagonia Sin Represas. No obstante, en los últimos años esta realidad se empezó a ver más de cerca, cuando en la vecina y recién constituida región de Los Ríos, comienzan a fructificar los proyectos de centrales de pasada en Panguipulli y cuando la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) parece abrir de par en par las puertas a una represa en el río San Pedro, tributario del histórico Calle Calle, de Valdivia.
El río Toltén también es un emblemático de la zona, y ha comenzado a dar que hablar pues una represa de considerables dimensiones podría instalarse y modificar indefinidamente su morfología. De acuerdo a las informaciones oficiales, ya se puede hablar de derechos de agua solicitados, de empresas responsables. ¿Tanto sin que la ciudadanía se entere? Esta ha sido una nueva razón que han tenido los vecinos para salir a protestar, manifestándose públicamente en contra de este proyecto denominado HidroToltén.
Estamos hablando del Río Toltén, cauce que fue uno de lo bastiones de la defensa mapuche respecto al avance del ejercito chileno encabezado por el general Gregorio Urrutia a fines del siglo XIX. Fue sólo luego de atravesar este gran caudal, cuando recién se abrieron las puertas para que las huestes de Saturnino Epulef, consintieran en el Parlamento de Putúe (sitio a las orillas del Toltén), a que Urrutia tomara posesión de Villarrica, con lo que definitivamente caerían los territorios independientes de La Araucanía a manos de la República de Chile.
Un río que es refugio natural de una especie en peligro como el Huillín (coipo autóctono) y que pese a que hay muestras de extracción indiscriminada de áridos del río, deforestación en las riberas, entre otros daños, este animal sigue habitando ahí.
Esta hidroeléctrica se construirá en el Sector Los Trenes, a unos 15 kilómetros entre
Villarrica y Freire, tendrá un muro de 24 metros de altura para represar al río Toltén generando un embalse de 7 kilómetros de largo. Esto significa que se verían inundados alrededor de 50 predios en la recta de Chucauco, la mayoría terrenos mapuche, y se rumorea que algunas personas ya están haciendo varios negocios.
El concejal Víctor Durán, quien sabe bien de este proyecto, da a entender que los impactos al turismo serían fatales. La migración de peces se vería modificada, afectando a la pesca deportiva y recreativa. Además, las famosas bajadas en bote del río Toltén desaparecerían. Y la ciudad entera se convulsionaría: camiones, tendido eléctrico de proporciones, etcétera.
Sin embargo, existen beneficios, principalmente puestos de trabajo. La llegada de una empresa de esta envergadura entregaría oportunidades laborales y de capacitación, lo que se traduciría en un mejoramiento de las condiciones de vida de las personas, gracias al fomento del comercio. Por ejemplo, el Proyecto HidroAysén promete generar alrededor de 5.000 puestos directos de trabajo durante la etapa de construcción, en su requerimiento máximo y un promedio mensual de 2.260 trabajadores, de los cuales, una parte será contratado en la región. Pero, esto no dejo conforme a los aiseninos que se preparan para un plebiscito respecto a este tema.
Vecinos de Villarrica dicen que el fin no justifica los medios, es por eso que estas oportunidades laborales no compensan el daño a largo plazo que podría producir una empresa generadora de energía, represando el Toltén.
AES Gener llega a la zona
Ya a mediados del año 2006 la empresa AES Gener S.A, solicitó derechos sobre el río Toltén, y la empresa recibió sus derechos sin la menor bulla ante la opinión pública. Estamos hablando de una empresa transnacional que hace poco firmó un convenio con Aguas Andinas por 40 años, y que ha sido criticada por la instalación del proyecto Alto Maipo, en el norte del país. Si bien los derechos de agua entregados por la Dirección General de Aguas (DGA) a esta empresa corresponden a la jurisdicción de la comuna de Panguipulli, cuando se observan los planos de instalación de la presa, se hace evidente que no es precisamente esa sino la vecina Villarrica, la que resulta afectada. Se sabe que la solicitud de derechos de agua, al parecer, emanó desde el Conservador de Bienes Raíces de Pitrufquén hacia la Dirección General de Aguas (DGA) de la Araucanía. Los derechos solicitados, al ser revisado el informe de la empresa, permiten evidenciar la magnitud del proyecto, donde se establece un muro de 27 metros de alto, lo que prevé un embalse de 500 metros de ancho a lo largo de 7 kilómetros. Vale decir, se inundarían 3,5 km2. Con todo esto se calcula que una central que necesita esta cantidad de recurso hídrico, al menos generaría 50 megawatts de potencia. Cabe recordar que importantes comunidades mapuche se encuentran dentro del área de influencia, entre ellas Eltume.
En Villarrica fueron 4 los concejales que firmaron una carta de rechazo enviada a la empresa AES Gener S.A., firmada por Víctor Durán, Mirta Ulloa (PS), Juan Bello (DC) y Leticia Gallardo (UDI)), a éstas se sumaron 410 más de la ciudadanía, las que han aumentado considerablemente mediante manifestaciones públicas donde se recolectan estas firmas de rechazo.
Según datos obtenidos del Sistema de Información Geográfico Regional, entregados por la Fundación Red de Nuevas Ideas, se indica que habría cerca de 48 predios por intervenir, de los cuales 45 son de Villarrica y sólo 3 de Pitrufquén. Un porcentaje importante de terreno que se inundaría es parte de comunidades mapuche.
Central podría no ser rentable por conflicto de derechos de aguas
La última noticia que recibimos de este proyecto hidroeléctrico es que existe un conflicto de intereses entre la empresa AES Gener S.A y un vecino de Villarrica por los derechos de agua, los cuales se superponen. Víctor Durán, indicó que en la actualidad existe una superposición de derechos otorgados entre dicha empresa y un vecino de Villarrica y que la DGA debe resolver. Dado que el ejercicio de los derechos de agua de AES Gener S.A no deben afectar derechos de agua de terceros, el proyecto de dicha empresa podría no ser rentable, ya que la disputa está centrada en el sector de la cola del embalse y por tanto si la DGA resuelve a favor del vecino de Villarrica, la empresa debe bajar la altura del muro de la represa para acortar el embalse y de esta manera disminuiría el potencial para generar energía eléctrica lo que no sería muy rentable para la empresa. Por otra parte, Durán aclaró que el Concejo Municipal no se ha pronunciado sobre el rechazo a la represa, por lo cual lo único que existe en contra de la iniciativa es la carta antes mencionada.
Una realidad que está latente, aquí mismo donde usted vive. Para unos una amenaza, para otros una nueva oportunidad para combatir la cesantía en la zona. Sólo cabe esperar si las instancias venideras pondrán en juicio objetivo la situación de una represa en la zona, sin impactos que lamentar
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