El solsticio de invierno es considerado por los mapuches como un resurgimiento de la vida, como el momento del año en que la naturaleza se renueva, cuando el sol emprende su camino de vuelta a la Tierra: es entonces cuando el pueblo mapuche celebra el wetripantü.
Es en el marco de esta celebración, la más importante del pueblo mapuche, que se ha estimado pertinente entregar a toda la comunidad de Galvarino el conjunto escultórico elaborado por el artista Eugenio salas y que está compuesto por cuatro chemamülles, que en lengua mapuche significa "gente de madera".
El conjunto escultórico, compuesto por cuatro figuras o chemamülles, representa a las parejas que según la mitología mapuche, sobrevivieron al diluvio causado por la serpiente Kai - Kai. La obra fue realizada por el artista Eugenio Salas y fue financiada gracias al aporte del Gobierno Regional de La Araucanía.
Las cuatro piezas corresponden a dos parejas, expresadas en la mitología mapuche. Se trata de una pareja de ancianos: Füta Chao (Anciano Padre) y Kushe Papai (Anciana Madre), que representan a la pareja de los Lluetuche, (los primeros mapuche), los que vivían antes del diluvio. La segunda pareja está compuesta por: Weche Wentru (Hombre Joven) y Ullche Domo (Mujer Joven), correspondiendo a la actual generación mapuche y son los sobrevivientes del gran diluvio.
Las piezas están orientadas en dirección a la salida del sol, considerando como fecha el 21 al 24 de Junio, fecha en que el pueblo mapuche celebra el Wetripantü o año nuevo mapuche. La ubicación de estas piezas, la ubicación de sus manos cubriéndose el ombligo (Füdu) y el sexo (monguehue), nos hablan de la vida y de la muerte, del fin y del inicio de un ciclo, es el espíritu universal y eterno de la cosmovisión mapuche.
Las cuatro esculturas están realizadas en madera de coihue y su altura máxima alcanza los 4 metros. Están instaladas en la Plaza de Galvarino como símbolo de la importancia que reviste el pueblo mapuche para toda la comuna.
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