martes, 30 de julio de 2013
Apicultor local llama a cuidar las abejas, por el bien que éstas le hacen a la humanidad
Preocupación mostraron los asistentes del 2° Encuentro Nacional de Exportadores de Productos Apícolas y 14º Congreso Anual de la Federación de la Red Apícola Nacional F.G., desarrollado en la Universidad de La Frontera, ante la labor de control de maleza que hacen las empresas forestales, la que daña la vida de las abejas.Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista) El encuentro, desarrollado en Temuco entre el 18 y 20 de julio, contó con la asistencia de 800 personas, venidas de todo Chile y el extranjero, según resaltó José Segundo Muñoz, apicultor de Victoria, con más de 30 años de experiencia.
Ampliando sus aprehensiones sobre el tema, Muñoz dijo que “nosotros reconocemos que las forestales hacen cosas buenas, pero también hacen cosas malas, cuando los apicultores denuncian que las abejas se nos están muriendo. Pero el problema es del ser humano que no sabe tratar bien a estos insectos, como lo señalaron profesores alemanes, cubanos, mexicanos, de cómo trabajan las abejas en sus países, y en el caso de las forestales, que dicen ‘cuidemos el bosque’, que para ellos, es el eucalipto y el pino, ellos cuando hacen control de maleza, matan todo lo que es la maleza que la abeja produce”.
Ante una mayor fiscalización, el apicultor razonó que el tema se había tratado en el pasado seminario y se habían dado algunas directrices sobre esto.
Forasteros
Muñoz también se refirió a la queja de quienes cultivan estos productos en La Araucanía, en el sentido de la irrupción de apicultores de las regiones de O’Higgins y el Bio Bio. Sobre ello dijo que estos “vienen a colocar sus abejas acá y no respetan a los apicultores de Malleco, tema que también se analizó en este encuentro, pidiendo respeto por nuestro trabajo”.
El evento también revisó el hecho de que se reconozca la enseñanza de la apicultura en las escuelas agrícolas, pues en la actualidad, como pasa con Muñoz, muchos son autodidactas, y cuya experiencia les ha dado el sustento, en su caso, ya por 56 años, 30 de los cuales ha dedicado a esta actividad.
“He hecho clases de apicultura en la Providencia de Traiguén, en la Escuela Ñielol, en El Vergel, en la actualidad en la Escuela Manzanar, y siempre he estado capacitando gente que lo requiera. Se trata de un trabajo bonito y novedoso”, declaró Muñoz.
En la actualidad, Muñoz produce unos 500 kilos de miel, con 10 cajones de abejas, la que vende a $2.500 el kilo, lo que otorga un buen sustento. Pero no es todo, ya que también se consigue polen, propoleo y jalea real, productos proporcionado por las abejas, muy apetecidos para la salud.
Por último, Muñoz formuló un llamado a cuidar y proteger a las abejas, mostrando su complacencia por la formación de Asociación de Apicultores de Victoria, para salvaguardar sus intereses.
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