lunes, 22 de abril de 2013
¿Para dónde conducimos Victoria?
Victoria.- Durante esta semana anterior y como es tradición por mandato legal, se entregó la Cuenta Pública de la gestión realizada por la actual administración municipal. Desafortunadamente para la convocatoria que estos actos merecen, muy poca gente llegó a conocer el balance que la primera autoridad de la comuna, entregaría a sus ciudadanos. Un ejercicio necesario y una oportunidad escasa para más menos avizorar, hacia donde va la comuna y por que lado avanza el esfuerzo del gobierno comunal, para lograr lo que todos buscamos, que nuestra ciudad crezca.
La lógica dicta, y como muchos así también lo entienden, que el camino para el desarrollo de una ciudad está en su crecimiento. Es por lo que muchos trabajamos cada día; mientras desplegamos este esfuerzo, es innegable sentir que avanzamos, y sumado el esfuerzo colectivo bajo este horizonte, necesariamente vamos empujando a la ciudad.
Frente a este potencial, sostengo que es necesario establecer una claridad. No se trata simplemente de números, sino en cómo crecemos estableciendo un porvenir claro, donde cabe preguntarse hacia donde vamos, hacia donde avanzamos, en definitiva, para qué lado crecemos, que finalmente, puede ser la pregunta más importante de todas, (para qué lado). Acá no sostengo la variable de crecimiento económico como directriz de este planteamiento, si no que aliento a la pregunta, cuál es el porvenir que nos trazamos en este esfuerzo de crecimiento.
Nuestra ciudad se encuentra en una etapa cercana a la posibilidad de explotar todo su potencial. No se puede negar que aún somos una comuna pequeña en relación a muchas otras ciudades, pero aquello nos arroja una ventaja, cuando lo que buscamos entender es que lo más importante de una ciudad, es la comunidad que la conforma, una etapa cercana a nuestro actual estado.
A veces tiendo a creer que una ciudad comienza su crisis, cuando abandona su comunión, cuando su comunidad es fragmentada, se dispersa, desasociando su vínculo histórico, la relación que los une luego de crecer una vida juntos, partes de una misma comuna. Por eso quizás es importante preguntarnos en esta etapa actual de la ciudad, hacia dónde llevamos a Victoria. Un camino es plantearnos como opción, trabajar para acelerar el ritmo de crecimiento, avanzar fuerte y velozmente, buscando llegar lo más rápido posible a un punto que no sabemos muy bien cuál es y dónde está.
Tampoco es que exista un principio fundacional que determine – más allá del karma – nuestro horizonte. Cada generación debe ser capaz de definir hacia adónde avanza en conjunto y la idea es no perderse de vista. No se trata de firmar un acuerdo público, el acuerdo lo vamos construyendo en tanto no perdemos el contacto, nos reconocemos y saludamos. Tal vez la idea de crecer como comunidad, es una buena alternativa como propuesta de crecimiento, un aspecto que puede marcar la diferencia, ser la base de un mejor vivir, de un mejor crecer, que es lo que planteaba al comienzo. Lo cierto, es que debiese ser tarea de todos darse un momento en pensar, hacia adónde avanzamos con Victoria?
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