martes, 5 de septiembre de 2017

El miedo aún ronda en Purén a diez meses del sangriento asalto a un camión de valores Brinks

– La gente evita hablar del tema que el pasado 08 de noviembre conmocionó a la comuna.
Purén.-(Rodrigo Zurita Palma) Si bien algunos reconocen haber estado cerca del lugar de los hechos esa fatídica tarde, hoy nadie quiere reconocer que fueron testigos del violento hecho que alteró por completo la apacible vida de la comuna de Purén, luego que un grupo de sujetos, a punta de pistola, asaltaran y dieran muerte a un guardia de seguridad en pleno centro, a vista y paciencia de todos quienes a esa hora transitaban por la calle más céntrica de la comuna. El miedo a represalias, tras conocerse la violencia con la que actuaba la banda responsable del atraco y la supuesta vinculación que posteriormente se estableció con unas locatarias de un local comercial ubicado a un costado de Los Héroes, desde donde se habría conseguido información como horarios, rutina y rutas del camión de valores, ha hecho que nadie quiera hablar del tema y que pese a la decena de testigos del hecho que se conocieron durante los primeros días, hoy todos ellos manifiesten no haber visto nada. RELATOS “Yo estaba ahí, pero justo antes de empezar la balacera me vine a mi negocio y sólo escuché los tiros”, nos dice una de las personas que, aseguran sus vecinos, salió declarando para canales de TV como testigo presencial y privilegiado del hecho. “Ya ha pasado tanto tiempo que no me acuerdo de nada” nos dice otro cuyo local está a metros del sitio del suceso y ese día estaba ahí cuando todo ocurrió. De igual forma, otro locatario nos asegura que una de sus trabajadoras pudo observar todo pero que llegaría en pocos minutos, esperándola para ver si con ella había más suerte, pero no, al saber quién era, inmediatamente los nervios afloraron en ella y se negó hasta dirigirme la palabra e incluso a despedirse, como si no existiera, pese a la insistencia de su jefe para que me entregara aunque fuera un breve relato. MIEDO Es que para quien conoce Purén, puede darse cuenta que la vida ahí es más que tranquila, acogedora, sin apuros, relajada y un hecho violento como el ocurrido el 08 de noviembre de 2016 caló hondo en todos ellos y dejó más que una huella, un temor que esto pueda traer consecuencias a sus tranquilas vidas. Juan Millape Huenupi, comerciante ambulante que se ubica a las afueras de la Caja de Compensación Los Héroes desde que ésta abrió sus puertas, confiesa que él llega hasta el lugar tres veces a la semana a vender sus productos como merkén, huevos de campo, harina tostada y otros que produce en su casa en el sector rural de Purén. El día del asalto él tuvo intenciones de ir a trabajar, pero no tenía suficientes productos y prefirió quedarse en casa. “Yo ese día quería venir, pero no tenía muchos productos y me quedé en la casa. Yo siempre me ubico aquí en el frontis de la Caja Los Héroes por lo que creo que podría haber tocado la peor parte durante ese asalto. Tuve suerte”, confiesa el comerciante. Asegura además que después de eso él, como otros comerciantes, sienten un poco de miedo que esto pudiera repetirse, pero que deben trabajar así que se arriesgan a seguir ahí. De pronto, la entrevista al humilde comerciante se ve abruptamente interrumpida por quien dice ser el encargado de la Caja Los Héroes de Purén, quien nos prohíbe sacar fotografías y nos invita a irnos de lugar, en una clara muestra de la sensibilidad que este hecho y el reciente asalto a otras sucursal de Curacautín hace unos días, ha provocado en la empresa y en su personal. HUELLA Secretos más, secretos menos, los pureninos si bien mantienen su vida tranquila y despreocupada, mantienen en su memoria una huella de conmoción que los acompañará por muchos años más, donde quedó latente la triste jornada donde su principal arteria se tiño de sangre en uno de los hechos más violentos ocurridos en esa apacible comuna.

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