martes, 21 de julio de 2015

Economía chilena: problemas locales en un mundo globalizado

Victoria.- (Roberto Rivas, Periodista) China es la segunda economía más grande del mundo y el mayor comerciante de bienes de todo el planeta. Por lo tanto, no es una sorpresa que cuando el gigante asiático estornuda, el resto del mundo se resfría. Por lo mismo, no debemos mirar con desdén el brusco frenazo que viene afectando a China desde hace un tiempo. A finales del 2014 el gobierno chino anunciaba un crecimiento cercano al 7,5 %. Después de variadas turbulencias en los mercados de Beijing, finalmente el gobierno anunció que durante este año su producto interno bruto creció sólo un 7 %. Estos números parecen los de una economía pujante y expansiva (sin ir más lejos el crecimiento de Chile el 2014 fue de 1,9 %) pero no deben inducir a error. El 7,4 % que marcó China el 2014 fue su cifra más baja en los últimos 25 años, y los analistas coinciden en que hay que mirar con atención los movimientos de los mercados asiáticos. Por su parte Europa sigue pendiente de lo que sucede en Grecia. Alemania insiste en expulsar a los griegos de la Zona Euro -lo que tendría efectos catastróficos para los acreedores-, pero el triunfo del No en el plebiscito heleno mantiene al gobierno de Tsipras fortalecido, y a la zona euro en ascuas. Los analistas suponen que este triunfo del No es sólo temporal, y más temprano que tarde tanto Grecia como Italia, Portugal o España tendrán que abandonar la moneda común. Sin embargo Chile -dentro de lo convulsionado de los mercados mundiales- se sostiene. El Fondo Monetario Internacional corrigió a la baja las proyecciones nacionales, con un 2,5 %, números que se explican principalmente por la contracción china que -aunque menor a la prevista- supone una alerta, pero sin embargo mantiene a nuestro país como una de las tres economías más expansivas para este año, sólo superada marginalmente por Perú y Colombia. Argentina muestra una mejoría, que la pone con un crecimiento de 0,1 %, y Venezuela apunta a una contracción de 7 %, con una inflación cercana al 100 por ciento. Además, la agencia de calificación Moody’s afirmó que Chile va camino a superar la desaceleración y que probablemente ya en 2016 se verán mejoras en la industria química, metalúrgica y forestal. Es importante que la opinión pública no se deje llevar por opiniones afiebradas -muy propias de pre-campañas y aspiraciones políticas próximas- y que atienda a los hechos y a las proyecciones imparciales. Pretender analizar los números chilenos comparándolos año a año, sin tener en cuenta los vaivenes del escenario internacional, es miope, y sólo sirve para generar una sensación de desconfianza que parece mucho más un tiradero de barro gratuito, que una preocupación consistente por el bienestar de todos los chilenos.

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