Victoria.- Desde su conformación, puro aguante y amor por los animales ha permitido que la agrupación Patitas se mantenga vigente en la ciudad, desplegando una labor fundamental en el control y cuidado de los perros callejeros que han sido abandonados, de uno u otro modo, por sus dueños. Las claves para su control, pasan por un intenso trabajo de esterilización canina y por sobre todo, la necesaria responsabilidad social con los animales. “Un perro no es un juguete que se regala y luego se bota si no le gustó a los niños”, indicaron sus miembros al analizar la situación en la ciudad.
Por Andrés Bravo. Periodista:
Una brutal matanza de perros callejeros ocurrida el 01 de agosto del año 2008 motivó a un grupo de personas a organizarse y desplegar acciones en favor de los animales que han sido abandonados por sus dueños. Comúnmente le llamamos “perros vagos”, pero se apresuran en precisar que le mejor denominación son “perros abandonados”. Y es que precisamente el origen de los perros callejeros se remite en gran parte a domicilios que por diversas circunstancias abandonan a sus canes a la suerte de la calle, de ahí, la historia que todos más menos conocemos. Desnutrición, enfermedades, proliferación, peleas, mordeduras, entre otras.
Klaus, Tinto, Alberto, Monito de monte, Mónica, Begoña, Gazú, el Rucio, el Pillín, Gusanín, son alguno de los protagonistas de esta historia, y que cada uno de nosotros ve a diario en las calles de la ciudad y que son atendidos diariamente por los miembros de la agrupación, quienes a partir de una subvención municipal de un millón de pesos que reciben cada año, se preocupan de implementar programas de esterilización, alimentación, cuidado y tratamiento para los perros que están en las calles.
Respecto de su origen la presidenta de la agrupación, Pamela Reuse nos explicó, “La agrupación patitas comenzó a funcionar el año 2008. Nunca se supo si fue una matanza municipal, o del servicio de salud, pero aparecieron muchos perritos muertos en muchos sectores, en Av. Prat, Angamos, pero nunca supimos con certeza lo que pasó. A raíz de eso decidimos agruparnos y funcionar. Nos juntamos un grupo de personas que queríamos a los animales y decidimos que teníamos que hacer algo, pero algo ya más formal, como algo serio“.
Ese fue el primer paso de la agrupación. Conformados con su personalidad jurídica, postularon a una subvención municipal, lo que permitió en cierto modo al municipio a descansar en esta institución para abordar al menos en parte, la situación de los perros abandonados en la ciudad.
Desde el año 2013 y atendiendo la realidad comunal, el municipio, junto al dinero que entrega anualmente a la agrupación Patitas, destinó otros cinco millones a la Unidad de Desarrollo Económico Local (UDEL) para apoyar la labor de la agrupación y en conjunto ampliar el programa de esterilización.
“Son ellos quienes administran el dinero, no pasan por nosotros esos dineros, pero la municipalidad los destinó para la causa, para la esterilización de animales. Así que preguntamos en UDEL en qué podíamos ayudar, ellos tenían la plata y nosotros hacemos el trabajo. Ellos pagan y nosotros hacemos todo el trabajo“, precisó Reuse.
Respecto de los caminos para solucionar la situación de los perros en las calles, Pamela Reuse es clara en explicar que esta pasa por la esterilización y la tenencia responsable. “Para mis hay dos caminos, las esterilizaciones masivas, no 200 al año, sino que más de 1000 al año, que se hagan de manera constante, masiva y gratis. Y lo segundo, es la tenencia responsable de los animales“, añadiendo que actualmente la agrupación, a través de los dineros aportados por la UDEL, logra esterilizar a 213 perros, entre machos y hembras, además de la compra de analgésicos, antibióticos, antiparasitarios y elementos para el control de la sarna.
La solución de los perros abandonados debe pasar por un compromiso de la comunidad en general, cuidando a sus mascotas, no tirándolas a la calle. Porque esfuerzos como el de Patitas muchas veces se ve superado por la cotidianidad que dicta el día a día, además de ser solo un grupo reducido de personas que deja los pies en la calle para que los perros que la habitan, estén en mejores condiciones y así, ser menos peligrosos para la población. “Yo creo que la gente confunde mucho nuestros objetivos y hasta donde podemos llegar con la agrupación, cree que nosotros tenemos los medios o que contamos con muchas formas de resolver los problemas, o que vamos poco menos que con ambulancia canina cuando nos dicen que un perro tiene un problema, que fue abandonado, o que lo atropellaron y está quebrado, pero la verdad es que no tenemos muchas formas de resolver los problemas. Ninguno de los que integran la agrupación, de quienes trabajamos día a día, somos veterinarios, no tenemos las lucas como para decir, ya, lo llevaremos al veterinario tanto, todo tiene un costo“.
Finalmente los miembros de la agrupación hacen un llamado a la comunidad, a los jóvenes y personas que estén interesados en involucrarse con esta realidad, que busca que aquellos que hemos nombrado como el mejor amigo del hombre (y la mujer), se sumen a la agrupación. En Facebook pueden buscarlos por “Agrupación Patitas Victoria“, o bien cada sábado entre las 11:30 hrs. a 13:00 hrs. se ubican a las afueras del supermercado Ahorro, donde realizan campañas de adopción de mascotas. Colaboración en alimentos, ofrecer estadías temporales de perros y ser parte activos de la agrupación es parte de lo que se requiere.
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