Angol.- * Según el profesional, César Soto se declaró ludópata y estaría registrado como cliente preferencial del centro de juegos de Pucón, que le otorgó tarjeta platinum.
La defensa por el caso de desfalco al interior del Departamento de Educación Municipal de Angol, donde quedó en prisión preventiva el contador César Soto Sierra como principal implicado y otras cinco personas con medidas cautelares, sostiene que los tres supuestos ilícitos que hace mención la fiscalía, “sólo debiera constituir un solo delito”.
Así lo hizo ver el defensor privado de Soto, Luis Montero, quien agrega que se trata de un delito que en doctrina se llama “continuado”; es decir que una sola acción se va concretando en el tiempo, pero que pueden ser conectadas subjetivamente.
Añadió Montero que esta tesis cobra validez, ya que se trata del mismo patrimonio testado, donde se utilizó un solo modus operandi y en donde pudo haber concomitancia con algunas ex profesores, “a nuestro entender se trata de un solo hecho”, sostiene.
HABRIA CONFESADO EN DICIEMBRE
Montero destacó que los hechos –de acuerdo a lo planteado por el fiscal-, comenzaron en enero de 2007, “de manera que nuestro argumento es que ese año, existía otra norma respecto a los fraudes al fisco, la que fue modificada en abril del 2009 que agravó las penas por sobre 400 unidades tributarias mensuales”.
Acotó que antes de dicha modificación legal, “eran penas de presidio menor bastante mas leves, de manera que lo que planteamos en la audiencia es que efectivamente mi defendido cometió los ilícitos y en ningún minuto los ha negado, e incluso hay que precisar que mi defendido se auto denunció en diciembre a la justicia, enviando un escrito al Ministerio Público donde declara que había cometido un ilícito, lo que a nuestro juicio también es un gesto importante al reconocer los hechos”, dijo Montero.
LUDOPATIA
César Soto, aparte de reconocer el haber cometido el desfalco al sistema educacional de la comuna, hizo una nueva confesión de la que el abogado Montero entrega pormenores y las que afirma habrían sido corroboradas por la familia, en el sentido que es un adicto a los juegos de azar; es decir, un ludópata.
“Mi cliente tiene una afición por el juego que impulsó a límites insospechados, ya que lo llevó a gastar grandes sumas de dinero en casinos de la zona; de manera que los fondos que logró no lo ocupó para comprar bienes ni acciones, sino que simplemente se gastó el dinero”.
Relata el abogado que su cliente llegaba al casino de Pucón y se gastaba dos a tres millones en una noche, fue tanto así que llegó hacerse acreedor de una tarjeta platinum del Casino de Pucón, que sólo es para clientes preferenciales.
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