Villarrica.- Hondo pesar ha causado en la comunidad católica de Villarrica y la zona lacustre, el fallecimiento del sacerdote Jaime Morandé, quien por casi 30 años fue párroco de la localidad de Licán Ray.
El padre Jaime dejó de existir pasado el medio día de ante ayer, en la Clínica Alemana de Temuco, afectado por una pancreatitis aguda.
Jaime Morandé nació el 11 de abril de 1958 en Santiago, ciudad en la que pasó toda su infancia. Ya en su juventud perteneció al grupo scout donde tuvo la posibilidad de conocer el sur, es entonces cuando decidió acoger el llamado al sacerdocio y comenzar su formación sacerdotal en el Seminario Mayor San Fidel de San José de la Mariquina.
El padre Jaime se ordenó sacerdote el 19 de marzo de 1976, recibiendo sus votos de manos de monseñor Guillermo Hartl de Laufen, en ese entonces, vicario apostólico de la Araucanía. Sus primeros años como sacerdote los desempeñó en Villarrica, cooperando en el Obispado, además de ejercer las funciones de vicario en la Catedral de la ciudad.
Ya para el año 1981, Monseñor Sixto Parzinger, le encomienda hacerse cargo de la parroquia de Licán-Ray, lugar en el que pasa 29 años de su vida dedicado a diversas labores, entre las que destaca su cooperación en la construcción del Liceo San Agustín y, sobre todo, su esmero en la construcción del Hogar de Niños Santo Tomás.
Quienes conocieron al padre Morandé y trabajaron junto a él destacan su entrega total a la Iglesia y su profundo amor a Jesucristo.
Con la llegada de Monseñor Francisco Javier Stegmeier, en el año 2009, se le confía la tarea de Secretario Canciller de la Diócesis de Villarrica.
A principios de este año fue nombrado administrador parroquial de la parroquia de Máfil, junto con mantener las tareas en el Obispado de Villarrica.
Los restos del Padre Jaime fueron trasladados, en horas de la tarde de ayer, hasta la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, donde lo esperaban cientos de personas.
Se informó por parte del Obispado de Villarrica que sus funerales se realizarón hoy sábado a las 10:30 horas, luego de una eucaristía que se realizó en la misma iglesia Catedral.
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