Angol.- Gran cantidad de amantes de las mascotas llegaron a bendecir a los que San Francisco llamaba nuestros “hermanos menores”.Cerca de un centenar de personas llegaron hasta las puertas del Convento San Buenaventura, en Angol, todos acompañados de sus mascotas entre las cuales se encontraban tortugas, canarios, conejos, gatos y perros.
Ahí como es la costumbre de la Orden Franciscana, el párroco, fray Pedro Cisterna procedió a bendecir a las mascotas, las que a pesar que costó que se mantuvieran en silencio, se portaron bastante bien.
“Hoy quisimos bendecir a nuestros hermanos menores, es decir las mascotas. San Francisco a sido nombrado patrono de la ecología, y es una tradición que los franciscanos hacemos la bendición de animales todos los años” afirmó el párroco.
Posterior a esta ceremonia, a eso de las 19 horas se realizó la eucaristía con el tránsito de San Francisco, donde se recuerda su paso de la vida a la muerte y de la muerte a la vida eterna.
“Se trata de un momento de reflexión y oración, donde hay un joven que representa a San Francisco, se recuerda el momento en que él recibe las llagas. Vamos a tener un momento de reflexión de lo que fue el tránsito de mañana de francisco”, señaló el párroco.
Para hoy lunes está programada a las 20 horas la solemne eucaristía de acción de gracias donde está presente la figura del fundador de los franciscanos en el mundo.
HUELGA DE HAMBRE
Durante la ceremonia el párroco también hizo referencia a la huelga de hambre que mantienen los comuneros en el Centro de Prisión Preventiva de Angol.
“Hemos estado orando especialmente por la paz que tanta falta nos hace en Chile, sobre todo en este problema de los hermanos mapuches, que queremos que en verdad ellos dejen la huelga de hambre. Sabemos toda la problemática y la situación que han vivido, pero una huelga de hambre no conduce a la vida sino que conduce a la muerte, y nosotros como franciscanos con mayor razón. Somos custodios de la esperanza, y con la parroquia que estamos orando queremos que ellos amen más la vida y que sigan luchando por sus derechos pero no con una huelga de hambre”, concluyó el párroco Pedro Cisterna.
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