Angol.- El senador Jaime Quintana fue parte del Foro sobre educación pública realizado en la ciudad de Angol junto a directores y estudiantes de distintas regiones del país, contando entre ellos el Instituto Nacional, el liceo Pablo Neruda de Temuco y el anfitrión y organizador liceo Enrique Ballacey Coteau
Al comenzar su intervención el senador Quintana indicó “voy a realizar el ejercicio más hermoso e iluminador de la pedagogía, lo cual es la pregunta”, dirigiéndose al auditorio, compuesto por una gran cantidad de jóvenes les consulto cuántos tenían Facebook , tras una gran mayoría de respuesta afirmativas conto su propia experiencia cuando estudio en el liceo Pablo Neruda de Temuco, recordando que en ese tiempo no existían los teléfonos celulares , computadores y ni siquiera las pizarras acrílicas, un tiempo en que conceptos como Twitter y Facebook no se esbozaban ni siquiera en los cuentos de Borges.
Con esta reflexión Quintana logro mostrar a los jóvenes “la gran dificultad que tienen hoy los estudiantes en Chile, en especial de los liceos municipalizados, para acceder a conocimiento. Con una muy baja subvención educacional donde a pesar de que han habido ciertos avances en alfabetización digital, no se ha aportado lo suficiente para acortar la profunda desigualdad tecnológica entre los estudiantes de educación pública y privada”.
Durante la jornada el parlamentario, quien es miembro de la comisión de educación del Senado, destacó esta gran iniciativa “que muestra la firme decisión de estos planteles públicos de exigir al Estado una mayor calidad en la educación para sus estudiantes, sea que está se alcance con iniciativas como los liceos bicentenarios o con programas especiales de apoyo pedagógico”.
Por último el parlamentario planteo que “la gran pelea que hay que dar, a parte de los cambios institucionales que se tramitan en el congreso, es el financiamiento el cual, debe aumentar más rápida y significativamente que lo que el gobierno ha anunciado, ya que duplicar la subvención escolar hacia fines del 2018 es seguir postergando la posibilidad de que nuestros escolares logren aprendizajes similares a los niños y jóvenes de otros países, con los cuales hoy día estamos obligados a medirnos al ser parte de la OCDE”.
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