
Fue el propio Mandatario el encargado de dejar los objetos en el contenedor de acero inoxidable, que hoy fue enterrado en la Plaza de Armas y que será abierto el 1 de septiembre de 2110.
En la ceremonia, el Presidente hizo un especial llamado a conservar la identidad y la unidad nacional ya que, según dijo, son la herencia más relevante que se puede dejar para enfrentar las dificultades.
"El principal mensaje que podemos legarle a las generaciones que vendrán es que Chile está preparado para enfrentar cualquier dificultad, siempre que lo hagamos con unidad, con ese espíritu que ha sido tan propio de este Bicentenario, que estuvo presente en la forma en que enfrentamos el terremoto y que nos han transmitido con tanta elocuencia los mineros", manifestó Piñera, reiterando de paso que "en la división está siempre el germen de nuestra propia debilidad".
"Es muy importante comprender que la esencia de la chilenidad, nuestra historia, costumbres, valores, tradición y cultura no tienen por qué cambiar. Queremos que el Chile del Tricentenario retenga estos valores y esta identidad de la cual nos hemos sentido tan orgullosos este año 2010, cuando hemos tenido la oportunidad de celebrar nuestro Bicentenario", agregó.
En la misma línea, el Presidente instó a dejar como legado un país que brinde mejores oportunidades de desarrollo a sus habitantes.
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