Purén.- Durante 18 años la escuela especial Tulio Mora de Purén ha ofrecido una alternativa educacional verdadera a los alumnos con un algún grado de discapacidad, entregándoles las primeras herramientas para que ellos puedan desarrollarse posteriormente en la sociedad. Fueron estos antecedentes los que entregaron un particular simbolismo al aniversario número 18 del establecimiento, y que en la actualidad cuenta con una matricular de 38 alumnos entre los 2 y 26 años. Para la directora del establecimiento Lisette Pérez, los 18 años no han pasado en vano, ya que hemos logrado que estos niños se hayan desarrollado en diferentes habilidades con proyectos en el llamado “Proyecto de Elaboración de Conservas, Alimentos Congelados y Mermeladas”, con fondos de Fonadis. “Lo que se suma a otras actividades en las que los alumnos realizan prácticas de competencia laboral en terreno, en una actividad que nace como una necesidad de inserción laboral, en este caso quisiera agradecer a todos los locales comerciales de la comuna que han prestado una ayuda muy grande a estos niños para que puedan realizar estas practicas”, aseveró la directora.
Al respecto el alcalde Benigno Quiñones destacó los logros alcanzados por el establecimiento, precisando que es un ejemplo para la sociedad. “Muchas veces en nuestra premura con que nos desplazamos en nuestra vida diaria olvidamos que existen hermanos que requieren una oportunidad, que pese a sus limitaciones ellos también tienen derecho a sentirse importantes, a sentirse acogidos, y a desarrollarse como personas, y es quizás ahí en donde nos debemos abocar a la primera gran tarea como lo es desterrar la discriminación, que es la primera y gran barrera con que estos menores deben chocar, y que muchas veces los condena a vivir una vida poco digna, algo que como sociedad nos debiera mover a reflexionar”, aseveró la autoridad comunal.
Luchando por un sueño
A lo anterior agregó, es importante dejarse un espacio para reflexionar y destacar el trabajo desarrollado tanto por los profesores, auxiliares, padres y apoderados de este establecimiento, quienes con un empuje elogiable han sacado adelante el sueño de estos menores, “son un ejemplo, un espejo de cómo debemos nosotros ver esta realidad que Dios nos entrego y que sin duda para ellos es un tesoro por el cuál luchar a diario, y para nosotros las autoridades un espacio de tiempo en donde poder demostrar que en el crecimiento igualitario y justo de nuestra sociedad debemos ser capaces de integrar a todos”, concluyó Quiñones.
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