En las últimas décadas Taiwán logró erradicar con éxito enfermedades transmisibles como la malaria, la viruela y el polio. Además, ha sentado un precedente al convertirse en el primer país de Asia que implementó un sistema nacional de seguro médico integral. Junto a ello, ha apoyado a las naciones en el mejoramiento de su estándar sanitario y médico, y ha ofreciendo asistencia en labores de rescate o servicios médicos. Esto último, coincide con las actuales labores esenciales de la OMS. No obstante, Taiwán no pertenece a ésta.
El gobierno de la República de China (Taiwán) promueve desde 1997 el ingreso del país a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, siempre ha sido consecuente con la meta de convertirse en observador de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS). Tras años de incesante esfuerzo, esta moción ya cuenta con el respaldo de los Estados Unidos y Japón. Mientras que la Unión Europea (UE) y Canadá también abogan por una participación significativa de Taiwán en la OMS, más y más naciones reconocen la necesidad de que se admita a Taiwán en este organismo internacional. No obstante, aun no se logra. Es por ello, que para avanzar en dicho tema es necesario otorgar a Taiwán el estatus de observador de la AMS, esto no sólo reflejaría el espíritu de una “participación universal” proclamado en la Constitución de la OMS, sino también su práctica vigente.
La importancia de que Taiwán pertenezca a la OMS radicaría en que este país ha realizado notorios avances tanto en el área sanitaria como médica. Es por ello, que Taiwán desea reciprocar esa ayuda y compartir su experiencia con las naciones más necesitadas.
Paralelamente, no debemos olvidar que Taiwán es un punto neurálgico del transporte aéreo y marítimo en la región de Asia y el Pacífico, y por ello, es vulnerable a la amenaza de las pandemias y epidemias. Es necesario considerar que un total de 1.433 vuelos opera con países vecinos en donde se han reportado casos de la gripe aviar (H5N1) como China continental, Vietnam, Tailandia, Camboya e Indonesia. En caso de estallar un brote epidémico, el virus se propagaría por todo el mundo en un espacio de tiempo muy corto. Por ello, la participación insuficiente de Taiwán en la OMS es una realidad que la comunidad internacional debe atender y solucionar, pues de lo contrario se pone en peligro no sólo la vida de nuestros compatriotas sino también la del resto del mundo.
En síntesis, Taiwán debe participar oficialmente en los esfuerzos globales de salud para poder cooperar efectivamente en beneficio de la salud mundial y por lo tanto, es imperativa su participación en la OMS.
ARMANDO CHENG
Director de Prensa
Oficina Económica y Cultural de Taipei
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