Araucanía.- Desde el año 2005 el jardín infantil “Bambi” de Angol, ha venido trabajando de manera periódica en la línea medioambiental, situación que le valió en el año 2007 ser acreditado como el primer establecimiento de educación parvularia en el país con certificación ambiental.
Han pasado 4 años desde el inicio de este proyecto, y gracias al apoyo de CONAMA, del Consejo de Desarrollo Sustentable, CONAF y la UNESCO, esta unidad educativa obtuvo la categoría de jardín Infantil de Excelencia en este ámbito. Más allá de la condecoración, éste reconocimiento viene a reforzar el trabajo que desarrollan día a día las funcionarias de la unidad educativa, quienes de manera proactiva promueven instancias que favorezcan los valores transversales en los niños y niñas.
El trabajo realizado hasta la fecha se centró en 3 ámbitos del quehacer educativo: el pedagógico, la gestión escolar y las relaciones con el entorno, lo que conllevó a realizar diversas actividades tales como visitar el Parque El Vergel de Angol, recorrer entornos naturales de la ciudad, o visitar el invernadero, entre otras acciones.
Nuevas unidad educativa
Gracias a la experiencia aportada por el jardín infantil de la capital provincial de Malleco, una nueva unidad educativa de JUNJI fue certificada como establecimiento promotor medioambiental. Se trata de la unidad educativa “Los Picapiedras” del sector Santa Rosa de Temuco, quienes en la misma ceremonia de acreditación recibieron su bandera y el certificado que los eleva a la categoría de establecimiento amigo del medioambiente.
La directora regional de JUNJI, Jacqueline Burdiles, se sintió orgullosa por este logro, señalando que la acreditación de ambos jardines infantiles es producto de un trabajo sostenido que tiene como centro del desarrollo pedagógico al párvulo como sujeto que tiene derechos, pero que además pertenece a un medio al que debe cuidar y proteger.
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