sábado, 20 de diciembre de 2008

Libro póstumo de Angélica Rojas Toledo se lanzó en galpón «Víctor Jara» de Santiago "Entre años 1960 y 1980, la familia vivió en Victoria".

VICTORIA (Por Manuel Burgos Lagos).- «Ni Promesas... Ni Juramentos» es el nombre de la obra que dejó la ex combatiente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), Angélica Roxana Rojas Toledo, que naciera en Victoria, el 15 de marzo de 1962 y falleciera en Santiago, el 21 de septiembre de 2007, cuando estudiaba sicología en la Universidad Arcis de Santiago.
Su vida está jalonada de participación en la política, desde niña, en el Partido Comunista e ingresando más tarde, en Concepción, al FPMR, conociendo la tortura y la opresión.
La lucha de clases
En el prólogo, la autora detalla sobre su pasado victoriense: «Mi papá y mi mamá, desde los años '60, abrazaron la lucha de clase trabajadora desde el Partido Comunista, allá en Victoria, donde el frío cala los huesos y la lluvia maravillosa cae sin miramientos. De ahí, mi formación y mi conciencia social, cantábamos los himnos de la revolución española, de la revolución bolchevique, las canciones de la Unidad Popular. Yo tenía 11 años y ya estaba organizando una base de la Jota en mi curso, tenía un profesor normalista que tocaba guitarra y cantaba el "El tururururú, que la culpa la tienes tú"», rememorando que su primer acto de rebeldía, tras el golpe militar, fue no cantar el Himno Nacional por lo estrofa que le habían agregado.
Wilma y Nadia
Sus hermanas (en total fueron seis mujeres y un hombre), Wilma, desde Santiago y Nadia, acá en Victoria, desean que sus versos, que ellas recopilaron para dar forma al libro -dado a conocer recién en Santiago, en el Galpón «Víctor Jara»- sean conocidos por los habitantes de la zona, donde la combatiente, vivió su infancia.

Desearían que el texto sea también lanzado en su ciudad natal, al que podrían concurrir sus familiares, entre ellas, su hija Constanza Belén Angélica, concebida en el cautiverio; el escritor Pedro Lemebel, que prologó sus páginas... y la tarea queda por hacer, para escribir fehacientemente la historia de los pueblos y en la cual, junto a la que comparten el buen vivir y la vida grata, también debe coexistir la protagonizada por vidas como éstas, como las de Rachel Venegas, Eliseo Jara, Pedro Muñoz y otros anónimos, en cuyo «ocultamiento» tiene bastante complicidad la prensa orquestada.

A PESAR DE ELLOS: /Acumulamos navidades/ Y años nuevos./ Enfrentamos día a día/ Lo implacable del tiempo/ Y a pesar de ellos/ Seguimos viviendo/ Y los que tengamos que triunfar/ A pesar de ellos/ Triunfaremos... (Verso contenido en su libro, escrito en la Cárcel de Santo Domingo, Santiago, el 31 de diciembre de 1988).

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