VICTORIA (Texto y foto de Manuel Burgos Lagos).- La solidaridad y que «El Niño no espera, se llama presente» tuvo la virtud de golpear las fibras de nobles personas que se dieron a la tarea de proporcionar una Navidad Sin Igual a 110 niños del Hogar de Menores N°1 «San Pedro Armengol».
Su directora, la hermana de la Orden de La Merced, Sor Gertrudis, se muestra complacida con las personas e instituciones cooperadoras, lideradas por José Miguel Rojas, «quien conversó con todas sus amistades agricultores, y todos les han cooperado, al igual que muchas otras personas, de acá de la ciudad. También los militares del Batallón Victoria y así, casi todo lo que se consume, son sin costo para el Hogar», reflexiona, agregando que el comité compró una vaquilla y así, proporcionarle un asado en el Balneario de Queipul, donde se efectuó el paseo.
Valórica formación
La religiosa, no oculta su satisfacción, cuando habla de sus jóvenes, que allí pernoctan, de edades que oscilan entre los 4 y los 22 a 23 años, de estos últimos, tres estudiando en la universidad, que han llegado al hogar, a primero básico, en enseñanza media y estudios superiores.
Augusto Lantaño, es otro de sus -hoy- profesionales, contador auditor, actualmente, radicado en Santiago; ex alumno del Instituto Victoria; otro egresado es asistente social y los ex internos del hogar, ayudan a estudiantes de enseñanza media, hasta que egresan. «Labor formadora y valórica de quienes fueron un día acogidos y hoy retribuyen, con pequeños que siguen sus pasos, al resguardo del blanco sayal».
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