Renaico.- * No existen los recursos económicos para solventar la remuneración de un docente, por lo que ruegan por alguna mano amiga que los ayude a continuar cultivando sus potencialidades.* Presidenta de la agrupación “Antonio Vivaldi” pide que en caso de no encontrar un pedagogo, alguna agrupación angolina los acoja y colabore con estos niños que gustan de la música.
Un verdadero drama enfrenta Patricia Sáez, presidenta de la Academia Antonio Vivaldi de Renaico, organización integrada por niños de esa comuna, quienes ejercitan sus dotes musicales a través de distintos instrumentos, especialmente de viento.
Según explicó Sáez, el año pasado la agrupación se adjudicó un proyecto financiado por el Fndr que permitió que una buena cantidad de menores contaran con un profesor, el que durante seis meses les entregó sus conocimientos para aprender a tocar instrumentos como el saxofón, clarinete, flauta traversa, trompeta y batería.
“Ellos contaban con un excelente profesor, que lamentablemente, ya no se encuentra en la zona. El problema es que ahora no tenemos docente y tampoco cómo costearlo, sólo con proyectos y no todas las veces se ganan. Esto es muy importante para mis niños, que incluso ya tienen sus propios instrumentos”, relata la preocupada presidenta de la agrupación.
La única esperanza que poseen estos menores es que algún profesor de buen corazón quiera hacerse cargo del grupo para que puedan continuar cultivando sus dotes artísticas, o de lo contrario que alguna de las organizaciones musicales angolinas pueda acogerlos.
“Todavía los niños tienen la ilusión de aprender más y yo no cuento con los recursos económicos necesarios para ayudarlos. Sólo tengo la fe en que formaremos de nuevo esta orquesta y esto será un gran orgullo para este pueblito, pero necesito gente que crea en ellos”, agrega en su desesperado llamado Patricia Sáez, quien destaca que en los organismos públicos de Renaico no existen dineros como para aportar con esta iniciativa.
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