Angol.- Luis Chamorro dejó entrever una extraña diferencia de criterios al interior del tribunal ante las pruebas rendidas, argumentando que por ejemplo, los jueces solicitaron que los testigos reconocieran por sus rostros a sujetos que actuaron en todo momento encapuchados.
* Graves hechos de violencia se produjeron en la madrugada del 20 de octubre en Cancura y Lolenco.
El fiscal del Ministerio Público de Angol, Luis Chamorro, dijo que tanto él como todos quienes siguieron la audiencia de juicio oral contra el menor de 17 años de edad, acusado de quemar dos camiones en la ruta que une a esta ciudad con Collipulli y del ataque con disparos contra carabineros de servicio, en hechos ocurridos el 20 de octubre de 2009, terminaron “perplejos” ante el fallo que absolvió al imputado de estos graves hechos.
El joven de iniciales L.Q.P. de 17años, había sido además acusado de robo con intimidación y porte ilegal de armas de fuego, y de acuerdo a lo manifestado por el representante del Ministerio Público, pese a que el propio acusado reconoció haber estado en el lugar de los hechos y que su sangre fue hallada en el sitio del suceso -lo que fue corroborado por el examen de ADN- de todos modos los jueces consideraron insuficientes estas pruebas científicas.
“Estamos sorprendidos y a la espera de lo que argumente el tribunal en su sentencia que será leída en su sentencia del día 24, para ejercer los recursos que sean procedentes dentro de la normativa legal”, comentó.
Chamorro dijo no compartir el fallo del Tribunal, que a su juicio sería equivocado, por lo que reiteró que se ejercerán las acciones que sean pertinentes.
“Esto fue un juicio oral, público y creo que todas las personas que pasaron por aquí y vieron el juicio oral y la calidad, cantidad y contundencia de las pruebas que se presentaron, están convencidas de que el hecho ocurrió y que el joven tuvo participación. Así lo estimó la Corte de Apelaciones de Temuco que mantuvo su internación provisoria”, subrayó.
RARA DIFERENCIA DE CRITERIOS
El fiscal Chamorro deslizó su extrañeza ante la diferencia de criterios que exhibieron los jueces ante en este juicio con participación del comunero mapuche, puntualizando que “nos parece que hay una concepción equivocada y un estándar probatorio superior al que se exige respecto de cualquier persona. Me llama particularmente la atención ello. Con esa prueba, yo me pregunto, si otra persona que no estuviera vinculada a este tipo de hecho (atentado), es condenada sin lugar a dudas, pero me parece que el contexto genera automáticamente un requerimiento de prueba que yo creo que raya en lo imposible, porque ciertas personas que obran a conciencia y para ello lo hacen cubriéndose los rostros, no nos pueden pedir que los testigos los reconozcan por sus rostros, porque eso es imposible y por eso lo probamos con pruebas científicas, biológicas y de ADN que tienen una certeza absoluta, no obstante eso, al parecer no le basta al Tribunal Oral… es su opinión, respetable, pero que no comparto”.
DERECHOS HUMANOS
El caso fue seguido muy de cerca por organismos de derechos humanos, desde que el menor apareció misteriosamente en Santiago después de los disparos y la quema de dos camiones en Cancura y de un enfrentamiento con Carabineros en Lolenco.
El muchacho argumentó que las heridas se las produjo “cazando conejos” y que no se presentó a recibir atención médica por miedo a ser detenido.
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