Victoria.- Ha iniciado el largo viaje hacia el descanso eterno el destacado profesor y periodista, Claudio Solar López, más conocido últimamente como el Profesor Nostradamus chileno, por sus estudios avanzados sobre las predicciones del verdadero profeta, de quien copió su nombre. A los 83 años su última labor fue como columnista del Diario “La Estrella” de Valparaíso, donde escribía el horóscopo.
Durante más de 40 años investigó acerca de las teorías de Nostradamus y fue así como en la década del 90 se dio a conocer en la televisión, interpretando predicciones. A ello se suma en su amplia trayectoria incluyó la dirección de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en Valparaíso, donde también fue uno de sus fundadores.
No obstante, don Claudio Solar antes de convertirse en “Nostradamus” residió en la ciudad de Victoria entre los años 1946 y 1954 dictando clases de Castellano en la Escuela Normal y tuvo una prolífica carrera como compositor de la letra de diversos himnos de la ciudad, destacando el de Victoria, el himno del Liceo Jorge Alessandri Rodríguez, un himno para la Escuela Normal Rural Experimental y el Rotary de la ciudad.
Esta fructífera labor iba a ser reconocida a petición del Alcalde Hugo Monsalves, durante el aniversario de Victoria este año; sin embargo, debido al delicado estado de salud de don Claudio Solar no pudo viajar a recibir dicha distinción, pero tuvo conocimiento de esta intención la cual agradeció enviando como era su costumbre a través de una emotiva carta: “Estimado. Alcalde, agradezco su invitación y los honores que significa, Amé a Victoria, mi ciudad y deseo que siga siendo Victoria: ciudad culta y progresista”.
Desde esta tribuna el Alcalde Monsalves entrega un reconocimiento a don Claudio Solar por sus creaciones que hasta el día de hoy se han mantenido en el alma de los victorienses, destacando el himno de nuestra comuna, el que es coreado en cada acto público durante esta administración municipal.
En nuestra ciudad dejó una amplia huella en varias generaciones de normalistas por su positiva visión de la vida, por sus convicciones y amplio sentido del humor, pero allá de sus logros en lo musical y periodístico, dejo la impronta de un hombre bueno, comprometido con su ciudad, con su país, pero por sobre todo un ciudadano ilustre del que cada uno de los victorienses nos deberíamos sentir profundamente orgullosos.
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