Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista) Con una solemne Eucaristía, la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús celebró las Bodas de Plata sacerdotales de su Párroco, presbítero Carlos Hernán Aedo Méndez, concelebrada por diez sacerdotes de la Diócesis San José de Temuco y tres diáconos de la comuna de Victoria.
Durante el desarrollo de la Santa Misa, en el templo sede, el domingo pasado, a las 19 horas, que contó con la presencia del alcalde de la comuna, Hugo Monsalves y señora, María Antonieta Bravo, y la conducción de los profesores, Manuel Cáceres y Luis Espinoza, en la animación, fieles de las diversas comunidades de la ciudad, se hicieron presentes para testimoniar su aprecio por el religioso, oriundo de la capital regional.
Cristo, sumo y eterno sacerdote
El padre José Bastías, tuvo a su cargo la Homilía, recordando que le correspondió referirse al párroco homenajeado, cuando el padre Aedo cantó su Primera Misa, manifestando que “tanto, los que estamos presentes, como los que no han podido venir y que, espiritualmente, de seguro se unen a esta celebración. Lo seguiremos apoyando en Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote confiando también en la compañía y protección de Nuestra Madre, la Virgen Santísima, Madre de todos los sacerdotes y, en este Año Sacerdotal, ofrecemos también a Dios una oración especial, cada día, por todos los sacerdotes y por su renovación y santificación”
En parte del oficio religioso, el celebrante rindió un emotivo recuerdo a su madre Benedicta, de 91 años de edad, como su tía, Isaura, que lo acompaña, ya por 18 años en su peregrinar por el sagrado ministerio. Igualmente, el padre Carlos -visiblemente emocionado- recibió varios presentes, que agradeció por medio de una nota, leída por el docente Espinoza.
Actuando junto al coro de la Parroquia, el cantautor y ex concejal, Alfredo Benavides interpretó una hermosa canción, dedicada al presbítero, en tanto , un conjunto folclórico de la Capilla Santa Teresita de la Población Gabriela Mistral, ofreció un esquinazo.
Más tarde, la comunidad, agasajó al padre Carlos, con una cena, en el local del Círculo de Suboficiales en Retiro y Montepiadas de la Defensa Nacional.
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