Señor Director y Editor:
Araucanía.- Hechos pasados que afectaron a un destacado personero público y otros que afectan a desconocidos compatriotas revelan la falta de equidad que hay en el acceso y en la calidad de la atención en salud que hay en Chile. Si una persona cuenta con los recursos adecuados, la diferencia puede ser la vida o la muerte.
En nuestro país, es muy poco lo que se puede hacer legalmente en términos de exigir una adecuada protección a la salud. De hecho, no ha habido iniciativas ni desde el Ejecutivo ni desde el Congreso para que la salud sea reconocida como un derecho constitucional, al igual que el derecho a la propiedad privada.
Por otra parte, los tribunales de justicia aún no adoptan dentro sus consideraciones los pactos y acuerdos internacionales ratificados por Chile que sí consagran la salud como derecho, impidiendo, en la mayoría de los casos, el uso de herramientas legales como el recurso de protección para garantizar la salud y la vida de habitantes de este país.
La garantía constitucional del derecho a la vida está incompleta mientas no se garantice de igual manera el derecho a la salud.
En un año electoral, este tipo de temas debería ocupar espacios relevantes en el debate político.
Sergio Iván Gaete Diez
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