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Días atrás fue presentado en el Concejo Municipal, por parte de los sostenedores del Colegio Reino de Suecia, una solicitud de arrendamiento de tres salas de clases de la escuela Hernán Trizano F211, para los efectos de cubrir temporalmente sus necesidades de infraestructura, mientras se concluían las obras de ampliación en sus propios terrenos.
En nuestra calidad de Sostenedores de la Educación municipal victoriense y teniendo presente la obligación de velar porque ésta recupere la calidad y el prestigio alcanzados en tiempos pasados, tanto la concejala Marisol Acuña como el suscrito votamos desfavorablemente la señalada solicitud, por cuanto no sólo habría representado una complicación mayor en la parte operativa de la escuela Hernán Trizano al tener alumnos de dos unidades educativas en un mismo recinto, sino además, habría afectado el ánimo de los profesores que allí laboran, comprometiendo definitivamente el futuro de la Escuela, dado el cuestionamiento que se ha hecho de ella por su baja matrícula.
Lo anterior, en nada afecta nuestra posición de favorecer la sana competencia educativa, respaldando siempre la existencia de las modalidades de educación particular, tanto pagada como subvencionada, y estando siempre a disposición de ellas cuando las circunstancias así lo requieran, SIEMPRE Y CUANDO NO SE COMPROMETA LA EDUCACIÓN MUNICIPAL. De hecho así quedó demostrado el año recién pasado, cuando en el mismo colegio Reino de Suecia colaboramos en la búsqueda de la solución del problema que se presentó con el 5º año básico al no haber sido acreditado.