Dos años después del diagnóstico de cáncer de pulmón, sólo un 15% de los pacientes sigue con vida, lo que representa una de las tasas de supervivencia más bajas de este tipo de enfermedades.
Esto, porque se trata de una patología que sólo puede ser identificada cuando el tumor está muy avanzado. Actualmente, la detección más eficaz está dada por el escáner, y las personas suelen llegar a este examen cuando ya presentan los primeros síntomas: tos persistente, dolor en el pecho, falta
de aire y fatiga.
Por eso, lo que se presentó ayer en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica en Chicago, EE.UU., promete cambiar radicalmente el panorama de esta enfermedad, que cada año mata a 1,3 millón de personas en el mundo y más de 2 mil en Chile.
Según explicó el doctor Thomas Zander, de la Universidad Clínica de Colonia (Alemania), la clave de una detección precoz en el cáncer de pulmón se encuentra en el ARN. Este es una parte de la célula que cumple la función de mensajero entre el ADN y las proteínas. Y lo que se descubrió es que dos años antes de que una persona desarrolle un tumor en los pulmones, su ARN presenta alteraciones definidas, que pueden ser detectadas con un simple examen de sangre.
Para llegar a esto, los científicos estudiaron primero la sangre de 13 pacientes con cáncer de pulmón y la compararon con la de 11 personas sanas. Así lograron definir el perfil genético de cada uno. Luego lo confirmaron en una segunda prueba con una muestra más amplia y el siguiente paso fue evaluar la efectividad predictora del test a mayor escala: reclutaron a 25 mil fumadores sanos del área de Heidelberg, en Alemania, a quienes se les practicó el test y fueron estudiados durante dos años. Tras ese período, el 86% de los diagnosticados con un ARN alterado -y, por tanto, con riesgo de
desarrollar cáncer- (12 pacientes) presentó la enfermedad.
Antes de que el test llegue al mercado, los investigadores están embarcados en mejorar la precisión de la técnica, ampliando el perfil genético de quienes corren riesgo de desarrollar este tipo de tumor.
Terapia
Otro progreso exhibido durante la reunión fue el uso de la terapia biológica llamada Erbitux, la cual reduce en 13% el riesgo de muerte por cáncer pulmonar en los casos en que el tumor está muy avanzado y diseminado.
«Aunque puede verse como una cifra poco significativa, para la comunidad científica se trata del mayor avance en terapia para este cáncer de los últimos 10 años», dice el doctor Francisco Javier Orlandi, oncólogo de Clínica Indisa que asistió al encuentro. «El cáncer de pulmón es uno de los más difíciles de tratar y cuando hay metástasis tiene menos de 5% de mejoría», agrega.
Otros progresos reportados
El cáncer de cerebro conocido como glioblastoma multiforme es el más frecuente y altamente letal, y cuenta ahora con una vacuna que duplica el tiempo de sobrevivencia de estos pacientes desde un promedio de 14 meses a 33 meses. El producto es fabricado por Avant Immunotherapeutics Inc. bajo licencia de Pfizer y da un potente estímulo al sistema inmune del paciente para atacar al tumor. Si la persona se opera y extirpa este cáncer, el tumor reaparece a los seis meses, mientras que al poner la vacuna reaparece a los 16 meses.
Un cambio radical en la terapia para cáncer testicular se presentó en la reunión de Chicago. En los últimos 20 años, después de operar el tumor llamado seminoma se aplicaba radioterapia todos los días por dos a tres semanas. Ahora con una dosis única de quimioterapia con carboplatino se
logran resultados similares.
Otro avance dado a conocer fue el uso de Erbitux en cáncer de colon avanzado que tiene un gen llamado Kras. «Con esta droga se duplica la sobrevivencia de los pacientes con este tumor», explica el doctor José Miguel Reyes, oncólogo de Clínica Las Condes.
Esto es parte de la medicina del futuro, con terapias hechas a la medida y según las condiciones genéticas de cada individuo.
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