jueves, 5 de junio de 2008

El Estado sigue crucificando a los Jubilados

La impotencia, la rabia y la desesperación están penando por doquier en todo ese grueso cuerpo social que es el de los jubilados de Chile, llámanse estos del INP, de Cajas de Previsión o de otros organismos que tienen que ver con la previsión.
Estos pobres, tristes y abandonados; jubilados de clase media - media venida a menos por las lacerantes agresiones de que han sido objeto por parte del Estado en sus míseros emolumentos o pensiones misérrimas, que están enviando a toda esta gran familia chilena al fondo de la pobreza.
Todo este sector esperaba con ansias que la Presidenta Michelle Bachelet en su mensaje del 21 de mayo anunciara que se suprimía el 7 por ciento de descuento de salud a los jubilados, pero el gesto impertérrito de un Ministro de Hacienda insensible y admirador de la gran política del libre mercado que nos rige, y que está haciendo ricos a los más ricos y mísero al más grueso sector de la población más pobre de Chile; pudo más en este gestor inhumano impidiendo que Bachelet lo anunciara en su mensaje. Si no fue anunciado, no hay compromiso oficial. No hay que olvidar que se dice que el Estado actual de Chile está dirigido por una política socialista, la más abierta a la izquierda de los Gobiernos de la Concertación; pero la más conservadora en cuanto a realizar una justicia social con los jubilados a quienes desde los años 80 se les arrebató el 10,6% de reajuste que tenían por ley, y cuyos fondos fueron a dar a los bancos del área privada para salvarlos de la quiebra; lo que pasó a llamarse «la ayuda del Estado para salvar la banca privada». Su autor al que hoy le siguen rindiendo pleitesía los grandes capitalistas por «favor concedido», en pleno gobierno militar es el tristemente célebre Ministro de Hacienda para los jubilados Hernán Büchi, el gran abusador, que valiéndose del poder sepultó a esta clase social en el más oscuro abismo de la miseria. No hace mucho, el 6 de abril en El Mercurio el Gerente del Banco de Chile Andrónico Luksic Craig, textual: «¡qué acertado estuvo Chile en ayudar al sistema financiero, sin subvenciones ni regalos!». Hoy nadie recuerda que la ayuda recibida fueron pagadas por los propios accionistas en su totalidad, quedando tan sólo un Banco que paga su deuda de acuerdo con el plan establecido con el Banco Central en UF más interés de 5%. Ese Banco es el Banco de Chile. Como no va a agradecer su Gerente al Estado de 1980, que para salvarlos usó la plata de los jubilados, DINERO QUE NUNCA ESTE ESTADO HA DEVUELTO A SUS DUEÑOS - USÁNDOLO PARA EL EL BANCO CENTRAL. ¡Qué inequidad!. Mientras los altos funcionarios de Gobierno se dan vacaciones hasta en la luna, los jubilados tienen que seguir haciendo dedo en esta oscura maquinaria económica, que solo sirve extras a una cierta elite de sinvergüenzas que viven a expensas del sufrido pueblo chileno, que sigue y sigue soportando. ¿Hasta cuándo?

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