lunes, 20 de abril de 2015
Mitos y verdades de la dieta mediterránea
Su aporte en fibra, antioxidantes y omega-3 la hacen una de las más recomendables para una vida sana y un peso ideal.Araucanía.- Comer bien, de manera equilibrada y siempre pensando en la repercusión de los alimentos en nuestro cuerpo hará que llevemos una vida sana, mejoremos el estado de ánimo y tengamos un peso ideal. Una de las dietas más saludables es la reconocida dieta mediterránea, considerada un Patrimonio Cultural Inmeterial de la Humanidad, según la Unesco.
“Es una dieta heredada por miles de años que llevan, principalmente, los países de la cuenca del mediterráneo ya que geográficamente están favorecidos por el cultivo de ciertos alimentos locales y que se consumen según temporadas”, cuenta la nutricionista de Megasalud, Sara Parra.
La dieta mediterránea se caracteriza por la abundancia de alimentos como pan, pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; además, se cocina y aliña con aceite de oliva como fuente principal de grasa. Se agrega un consumo moderado de huevo, pescado, mariscos, aves de corral, productos lácteos como yogur y quesos. Las carnes rojas se ingieren en pequeñas cantidades y el alimento casi siempre se acompaña de una copa de vino.
La especialista afirma que una de las verdades de esta dieta es que contribuye en el cuidado cardiovascular del organismo al ser rica en antioxidantes, fibra, ácidos grasos omega-3 y omega-9. “Reduce el colesterol malo y aumenta el bueno, mejora la fluidez de la sangre, disminuyendo el riesgo de ateromas y enfermedad”, argumenta Parra.
Incluso en 2013 se midió su efectividad, cuando la revista New England of Medicine publicó resultados de un estudio de 10 años donde el doctor español Estruch reflejó que esta dieta redujo en un 30% la incidencia de complicaciones cardiovasculares en personas con riesgo. Además, “no hay evidencia de efectos rebote porque no es una dieta restrictiva, sino que un estilo de alimentación o forma de vida”, afirma la nutricionista.
Esta forma de alimentación se distingue por ser rica en fibra, en antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados, como también baja en grasas saturadas y colesterol. Pero hay tres mitos que se han generado en torno a esta dieta y que la especialista procede a aclarar:
1. “Es imposible llevarla en otros países fuera del Mediterráneo”: a pesar de que esta es una noción, Parra dice que “es factible llevarla en nuestro país, por ejemplo, pues los alimentos que incluye se producen en Chile”.
2. “Es demasiado cara e imposible de llevar”: algunos alimentos, como el pescado y el aceite de oliva pueden tener costos más altos, pero tal como afirma la especialista, “la dieta también incorpora legumbres y huevo, que resultan ser económicos y compensan el precio de los productos más costosos”.
3. “Lo mejor de la dieta mediterránea es el antioxidante del vino”: frente a esta apreciación, la nutricionista dice que hay que tener ojo al recomendar el vino porque “aunque la dieta lo sugiere, en Chile existen alimentos ricos en antioxidantes, como maqui y berries; por lo tanto, si una persona tiene contraindicado el consumo de alcohol, debe reemplazar el vino”.
Si aún no la pruebas, Sara Parra ejemplifica una receta de esta dieta para que comiences a adoptar su estilo de vida:
- Desayuno: taza de café con leche descremada y cereales integrales con nueces o almendras.
Colación: Jugo natural de fruta + bocaditos de galleta integrales.
- Almuerzo: zapallo italiano a la plancha con salsa tártara / Pechuga de pollo a la plancha con rodajas de tomate, aceitunas y arroz integral.
-Postre: Naranja o fruta de estación.
-Merienda: Yogur con trocitos de fruta y avena.
- Cena: Corazones de alcachofa estofada con zanahoria en aceite oliva /Pescado grill con pimiento y ciruelas / Jugo natural de fruta de estación.
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