lunes, 20 de abril de 2015
El bien que sembró en vida Mónica Gebert fue el marco de su multitudinaria despedida
Victoria.- (Manuel Burgos Lagos,periodista) De firme convicción en sus ideas y principios, de una vida plagada de hacer el bien pero dejando en la nebulosa la mano bienhechora, cariñosa y amante de su familia, que “vino a servir y no a ser servida”, que estuvo en comunión con el Señor, hasta su último hálito de vida terrenal y que su espíritu lo sigue proclamando en la presencia de Dios Padre…era –qué duda cabe- la mejor justificación a la masiva presencia de victorienses que daban el postrero adiós a Mónica Ema Gebert Meier.
Presidió la Santa Misa de Funeral en la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced,el lunes 20 de abril, a las 15 horas, el Obispo Emérito de la Diócesis San José de Temuco, monseñor Camilo Vial Risopatrón, concelebrada por los sacerdotes, Ramón Villagrán Arias, Santiago Alvarado Sánchez y Rodrigo Aguilar Gómez.
HETEROGENEA ASISTENCIA
La familia la encabezaba su esposo, Marcelo Siegmund Meline,junto a sus hijos Cristian, Nicole y Germán, advirtiéndose la asistencia de parlamentarios, personeros y dirigentes de Renovación Nacional a la que perteneció en vida la difunta; igualmente, autoridades regionales y locales, de Fuerzas Armadas y de Orden,que se confundían con la abigarrada multitud que hacía esfuerzos por entrar al recinto religioso.
Emocionados estudiantes de la Escuela Patricio Lynch de PÚA, con su director Romilio Erices, también dijeron presente en la Sagrada Eucaristía del Adiós a su benefactora.
En la Liturgia de la Palabra, tomadas de San Pablo y el Salmo “El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar”, estuvieron a cargo de la familia y fray Villagrán proclamólas Bienaventuranzas.
AGRADECER
“Queremos agradecerle a Dios –dijo en la Homilía el Padre Obispo- queremos colocar en sus manos a Mónica, colocando también en sus manos, todas estas obras a instituciones y personas que ella ayudaba y servía. Para vivir este momento que tiene que ser como momento santo, yo los invito , a que nos despojemos de todos nuestros errores , nuestras imperfecciones, nuestros pecados por lo cual pedimos perdón al Señor”.
Al término de laSagrada Eucaristía , y por elinterés de las numerosas personas que deseaban exteriorizar su sentir ante la estimada vecina que se alejaba, hubo de limitarlo dado que el privado cortejo de la familia, debía trasladarse a Temuco para incinerar el cuerpo de Mónica y regresar con sus cenizas que ahora los acompañará en un nuevo escenario.
ORADORES
Así , en sentidas palabras, fueron enhebrando lasfrases finales, Gloria Fischer,de las Damas de Agricultores; Alicia Castillo, por el Comité de Damas Leonas; el senador Alberto Espina; Gloria Naveillán, por el Agro; el alcalde Hugo Monsalves; su hija Nicole, quien confidenció que su madre conocióesta carta,t carta de despedida, una semana antes de que expirara.
Agradeció la multitudinaria asistencia y las muestras de cariñoy condolencias recibidas, su hijo Cristian Siegmund Gebert.
Finalmente, el padre Rodrigo Aguilar tuvo los conceptos finales de la Misa de Exequias, recordando que asistió a Gebert permanentemente, en especial, los últimos momentos de su vida mallequina, a la que tanto contribuyó y narrando anécdotas que pusieron el broche final de Buen Viaje, en el que todos deseaban ayudar a hacerlo más cálido.
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