Lautaro.-Una noche muy fría fue la del pasado 2 de mayo, fecha en la que se revive una tradición que viene nada menos que de la época de conquista española, como es la Cruz de Mayo.En Lautaro, el municipio local, a través de Dideco y Organizaciones Comunitarias, se unió a los vecinos y vecinas para realizar este festejo de la mejor manera, y es así como nada más caer la oscuridad en la ciudad, las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde Renato Hauri, se reunieron en la plaza central para iniciar la jornada.Como la Cruz de Mayo se ha transformado en una fiesta chilena, qué mejor que abrir los fuegos con la danza de nuestra tierra. El grupo folclórico “Brotes de la cuarta” fue el encargado de calentar el ambiente con sus cuecas, en las que participó activamente el público.Cerca de las 21 horas, el alcalde Hauri, prendió la luminaria armado de una antorcha.
El fuego iluminó la plaza, lo que ayudó a combatir en algo el frío reinante.
CARAVANA
Tras esta quema, la caravana municipal dio inicio al recorrido por las unidades vecinales con la finalidad de elegir a las mejores puestas en escena de la cruz de mayo. Como jurados se hallaban el director de Educación, Juan Sanhueza; la directora del Centro Cultural, Cecilia Oñate, y el encargado de Organizaciones Comunitarias, Sergio Cifuentes.La primera parada fue en el sector norte. En Las Araucarias la agrupación a cargo fue el Grupo del Adulto Mayor “Capullito de oro”. Con cantos alusivos y gritos de “Viva la cruz de mayo”, se compartió entre los vecinos y se reunieron alimentos no perecibles para ir en ayuda de vecinos necesitados.Ya en Villa Llacolén, el comité de Seguridad Ciudadana del sector tuvo a su cargo llevar a cabo esta festividad. El fuego consumió a la figura construida y el vino navegao y las sopaipillas salieron a aplacar el frío.Siempre en el sector norte de la ciudad, la caravana llegó hasta Villa Cordillera. Allí, en las cercanías de la Avenida Pedro Aguirre Cerdase repitió el ritual del fuego, el navegado y las sopaipillas.Tras dejar atrás el sector norte, se tomó rumbo hacia el otro extremo de la ciudad. En Manuel Rodríguez se encontraba uno de los puntos importantes de festejos de la Cruz de Mayo.En Santa Ana, en la intersección de las calles Libertad y O´Higgins, se realizó otra quema de figuras. La jornada se cerró al otro lado del río, en el sector de Guacolda. Allí, la quema de figuras y todos los pormenores que caracteriza a la Cruz de Mayo estaban en manos de la Junta de Vecinos Nueva Esperanza.De esta manera, la tradicional Cruz de Mayo cumplió un nuevo año de festejos. En Lautaro, sólo quedaron las cruces quemadas, con sus últimas volutas de humo consumidas bajo las frías temperaturas de este otoño
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