Santiago.- "Díganle al Presidente Piñera que ordene a la Fuerza Aérea que tenga buen clima mañana", le dijo -en tono de broma- Rafael Correa al canciller Alfredo Moreno ayer en la losa del aeropuerto de Santiago, tras arribar a las 15 horas desde Quito.
Con sus palabras, el mandatario de Ecuador aludía al viaje que realizará hoy junto a Piñera a la Antártica. Y a los problemas climáticos que les impidieron aterrizar en el continente blanco en noviembre pasado, cuando hicieron un primer intento por visitar dicha zona.
En todo caso, ambos mandatarios llegaron ayer a las 18.00 hasta la residencia de descanso de Piñera en el lago Ranco. Tras arribar a Valdivia, acompañados por sus cancilleres, se trasladaron en helicóptero a la zona del lago. En una segunda aeronave iba el ministro del Interior chileno, Rodrigo Hinzpeter, junto a los secretarios ecuatorianos de Coordinación de Seguridad Exterior e Interior, Homero Arellano y Alfredo Vera, titular de Interior. Otros tres ministros quiteños se quedaron en Valdivia.
Ahí, dieron varias señales de cercanía: tras una larga cabalgata, se dirigieron al restorán "De Pellín y Coigüe", cerca de Futrono. Correa, por su parte, viajó con su guitarra, con la que pretendía animar la cena.
Pero más allá de las actividades en Ranco, el encuentro de los mandatarios estará cruzado por el rol que asumirá Ecuador ante el litigio limítrofe que Chile mantiene con Perú en La Haya.
El tema, dicen fuentes diplomáticas, fue abordado ayer por los presidentes en el vuelo de Santiago a Valdivia. Y en las últimas horas, también ha sido objeto de conversación de los cancilleres.
El punto más sensible: el envío pendiente, por parte de Quito a la ONU, de una carta náutica que respalda la postura limítrofe chilena.
En ese contexto, Correa acordó con Piñera tratar de evitar señales públicas sobre el asunto. La razón: ambos viajarán la próxima semana a Lima, para participar en la Cumbre de Países Arabes y Sudamericanos.
La idea es no tensionar la estadía en Perú, país que resintió la publicación de la carta náutica ecuatoriana.
De hecho, Piñera y Correa tampoco sostendrán una reunión bilateral mientras estén en Lima.
En ese contexto, al llegar ayer a Santiago, Correa sólo agradeció la invitación a recorrer las bases militares de ambos países en la Antártica. "Es un mensaje de Chile y Ecuador al mundo, que la Antártica debe ser conservada como un territorio de paz", indicó el mandatario.
En Ranco, consultado sobre el tema de La Haya, Correa evitó hacer comentarios.
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