Angol.- Eran cerca de las 18 horas de ayer cuando el público que asistía a refrescarse ante las altas temperaturas a la piscina municipal de Angol no lo podía creer.
Tal como si se tratara de una broma del peor de los gustos, un muchacho ya mayor que se bañaba en la parte más profunda de la alberca, simplemente orinó y defecó a propósito dentro del agua, a vista y paciencia de toda la concurrencia.
Una vez que finalizó de evacuar salió tranquilamente riendo y contando orgulloso a sus amigos la “hazaña” que había realizado, no se sabe si con motivo de una demencial apuesta o sólo por gusto.
Los bañistas no daban crédito a la repugnante escena, más aún porque como es natural, el recinto estaba repleto de público y la mayoría en ese momento nadaba.
Al sorprendido salvavidas no le quedó más que limpiar las heces con un canastillo y lanzar un chorro de agua con una manguera.
Muchas personas que presenciaron esta verdadera aberración se retiraron indignadas del recinto, el que claramente establece por escrito en su entrada –y que por lo demás el sentido común así lo dicta- que entre las medidas mínimas de higiene está estrictamente prohibido hacer las necesidades dentro del agua.
Es de esperar que el “chistosito” sea castigado por su repudiable comportamiento, pues se trató de un verdadero atentado a la salubridad de niños y adultos que acuden al recinto municipal
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