Lautaro.- Una entretenida jornada técnica vivió un grupo de productores agrícolas en el día de campo organizado por Saprosem y el PDP Trigo Caluga en el campo experimental implementado en Lautaro. Cerca de 60 personas asistieron a la reunión, en la cual se conoció el resumen de la información obtenida en los ensayos tecnológicos, como también una presentación sobre los nuevos instrumentos de venta anticipada, modalidad de comercialización que el grupo de empresas Saprosem busca introducir.
El profesor Juan Carlos García hizo una presentación de los resultados de los ensayos en la variedad de trigo Caluga, ubicados en el campo experimental de Lautaro.
Esta parcela responde a un convenio entre el PDP Caluga de Saprosem, cofinanciado por la Corfo y la Universidad de la Frontera, cuyo responsable es el profesor García.
En la actividad técnica se realizan 12 ensayos de investigación orientados a la variedad de trigo Caluga, la cual es reconocida por su calidad por la industria molinera galletera y que fue desarrollada por Erik Von Baer.
En fertilización se hizo ensayos en aplicación de nitrógeno, desde las cero unidades hasta las 225 unidades por hectárea, buscando curvas de respuesta y comparándolo con la información de años anteriores. “Se ven respuestas claras y que en el trigo Caluga, desde el punto de vista de rendimiento, está dada en alrededor de 170 kilos de nitrógeno por hectárea”.Recordó que el investigador de la Ufro, Hernán Pinilla, está estudiando el tema de la aplicación de fósforo en el trigo, lo que también se vio en los ensayos.
“En producción este año se ve bien, la gente se ha dado cuenta que es posible bajar fuertemente los costos de producción y que el cultivo tenga una rentabilidad aceptable. No se puede pretender como ocurrió en temporadas pasadas que tuvimos una rentabilidad que nunca habíamos tenido en la historia y el año siguiente, una de las más bajas. Por eso hay que buscar la rentabilidad segura a través del tiempo y eso lo va a dar rendimientos aceptables, un manejo adecuado técnico, no tener costos tan altos y obtener rendimientos de 60 a 80 quintales. Aspirar a sacar 100 quintales se puede pero en condiciones de suelo muy especiales”.
La excesiva dosis de semilla fue un tema comentado en el día de campo. Por eso, García recordó que, haciendo bien las cosas, en variedades como Caluga, con cero labranza e incorporación de residuos, las cantidad de semilla debería oscilar entre 120 a 180 kilos. Hoy la tendencia en Europa es a trabajar con dosis de semilla por metro cuadrado. También se presentó resultados en el uso de herbicidas preemergentes en trigo, línea de investigación que el académico ha desarrollado durante varios años. Los resultados son muy buenos con las distintas líneas que hoy poseen las empresas fitosanitarias. “Todo esto nos permite tener un cultivo limpio los primeros 60 a 70 días”, dice.
El gerente de Saprosem, Alejandro Cárdenas, sostuvo que esta actividad incluyó conceptos técnicos y de comercialización, ambos desarrollados con el objetivo de entregar nuevas orientaciones y apoyo hacia el agricultor. “Los productores agrícolas están interesados en conocer y buscar nuevas opciones, tanto tecnológicas como comerciales y en nuestra empresa estamos atentos a contribuir en este sentido, generando nuevos caminos”.
En ese contexto estuvo la presentación de un nuevo sistema de comercialización, denominado venta anticipada, el que se está buscando aplicar en Chile. Y las posibilidades son concretas, tal como lo expuso Gonzalo Gutiérrez, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República en Uruguay, donde trabaja en aspectos económicos en la formación de agrónomos.
El agro es una “industria a cielo abierto”, dice algo que no es controlable, al igual que los precios. Y eso el productor tiene que aprender a manejarlo.
“El objetivo es presentarle a los productores el mecanismo que les permite vender en forma anticipada porciones de su producción para que de ese modo el productor no tenga que cargar sobre sus espaldas el riesgo de hacer el cultivo y no saber a qué precio lo va a vender esperando la cosecha”, dice Gutiérrez.
Cuando el agricultor define la siembra sin conocer el precio final, se carga el riesgo comercial de la producción. En el modelo de venta anticipada se le ofrece fijar el precio de su producción que entregará en el futuro para que no corra el riesgo. “Al momento de la siembra se le ofrece un precio vinculado a mercados de futuro, un precio transparente, disponible”. Dependiendo del producto, en el caso del trigo, la referencia de futuros más importante sería la Bolsa de Kansas, ya que el cereal que se cosecha en Chile principalmente va a panificación directa, más similar al de esta bolsa norteamericana. “Incluso, cuando los molinos importan trigo importan trigo para panificación directa, que toma como referencia esta bolsa”. Para el caso del raps, se toma la soya como referencia porque es la oleaginosa que marca tendencias.
La agricultura chilena toma precios, lo que es bastante complicado si se toma en cuenta las fuertes fluctuaciones de estos últimos años. El método de venta anticipada ayuda a manejar estos temas. Opera de la manera en que el productor, mediante un contrato, se vincula con la empresa, que le permite vender en forma anticipada a la cosecha distintas porciones de su rendimiento, fijando el precio de venta y cubriendo los costos de producción.
Este sistema opera en Uruguay (70 a 80% de la soya pasa por algún sistema de comercialización anticipada) y Argentina desde hace muchos años, con un contrato entre productor y empresas, donde se estipula momentos de venta y cantidades. “El objetivo es que sea un sistema más seguro para el agricultor y que se elimine la incertidumbre del precio al cual se va a vender”.
Las posibilidades son muy grandes. En el caso de Chile, como importador neto de trigo, se sabe a los precios que está importando la molinería y es por eso que se puede vender al precio internacional, que es conocido. Calidad y estandarización son temas a conversar pero son parte del orden y acuerdo al que hay que optar, sin olvidar que los molinos compran a esos precios de referencia. “Los futuros permiten a las dos partes manejar el riesgo precio en forma independiente del flujo físico”.
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