La verdad es que ni en tiempos en que era necesario responder algún emplazamiento había dedicado mi tiempo a aquello. No obstante, en esta oportunidad lo haré, por cuanto estimo que la réplica a mi artículo por parte de «Patitas» no aporta al debate de ideas.
Primero.- Quien responde no sólo es un hombre informado, sino que ha sido ideólogo de varias ideas que se han concretado en el correr del tiempo, que ha dado no sólo opinión sino soluciones a muchas problemáticas que enfrentamos. Ha sido un aporte al rescate del patrimonio no sólo de la ciudad sino de la región y del país. No estimo necesario exponer aquí mi trayectoria cultural, dado que es conocida por gran parte de quienes se interesan por estos temas y por un número considerable de personas en Victoria que han visto mi trabajo realizado.
Segundo.- Pese a valorar el trabajo realizado en cuanto a esterilizaciones, esa es sólo una parte de la solución. No mucho se saca con realizar un trabajo con las hembras si en la actualidad tenemos muchísimos perros machos deambulando por nuestras calles. La pregunta es ¿qué hacen con ellos?, ¿cómo nos cuidamos de ellos?, ¿cómo evitamos que sigan mordiendo y atemorizando a la población?
Tercero.- En cuanto al canil de aquellos tiempos debo señalar que si bien es cierto las condiciones no eran las mejores, no se veía tanto perro vago en las calles. Es cierto que un canil debe tener ciertas condiciones para las mascotas, pero también es cierto que no pueden ser más importantes estos animales que nuestros vecinos, por lo menos yo priorizaría.
En relación a la captura indiscriminada de perros debo agregar que en lo personal todo perro que circula por la vía pública sin su respectivo collar es perro vago. Es más, todo perro que circula suelto por la vía pública podría ser catalogado como vago. No conozco perros sospechosos, creo que esa cualidad no es atribuible a los animales.
Cuarto.- En respuesta al emplazamiento que me hacen para sumarme a su labor respondo con un categórico no. Mi aporte está dado en temas de artes y cultura, contribuyendo desde allí a mi querida ciudad. Sin perjuicio de lo anterior no puedo dejar de manifestar mi opinión en otros temas que son preocupantes y que afectan a tantas personas que ya no pueden transitar tranquilas por poblaciones ni por el centro de la ciudad so pena de ser atacadas por estos animales.
Quinto.- Por último, y respecto a las críticas destructivas debo añadir que todas las críticas que no nos gustan o no nos convienen serán tildadas de destructivas, así que en este punto no es necesario ahondar más.
Respondidos los emplazamientos realizados por la agrupación «Patitas», y esperando sigan con su loable labor en beneficio de los animales, y de veras procuren buscar más y mejores soluciones a este tema, termino esta nota esperando no tener que volver a responder.
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