martes, 4 de noviembre de 2008

Medidas de mitigación para la cultura

La cultura y las artes suelen ser un concepto de uso público y político, que suena bien cuando se ofrece, pero que suena mal y desafinado cuando hay que cumplir.
Se ve bonito desde el palco de las autoridades, hablar de cultura, sin embargo, a la hora de materializar la oferta, la mirada se nubla y distorsiona. Generalmente -que es lo peor- las migajas sólo quedan en la superficie de la élite y poco es lo que baja para las bases que -realmente- desarrollan disciplinas artísticas.
No es novedad que cerraron un par de bares en el centro de Temuco. Lo que sí sería novedoso, es que a alguna autoridad se le ocurriera efectuar medidas de mitigación para toda aquella actividad cultural que se efectuaba en estos recintos. Más allá de las razones para cerrarlos -que pueden estar bien o mal, lo que es motivo de otro análisis- hay actores culturales que, irremediablemente, se ven altamente perjudicados. Músicos de boleros, cantores populares, poetas, bandas tropicales, grupos de rock, y pintores underground, muchas veces exponían en estos locales. La pregunta es: ¿Qué hará el municipio como medida de mitigación cultural?
Seguramente desde el municipio, ante esta pregunta, sacarán una serie de afiches y dípticos culturales y de actividades. Sin embargo, ¿qué hay del arte popular? El teatro municipal está vetado para los artistas locales. El año pasado a nivel musical, salvo la Filarmónica -que es municipal- Patricio Chico y Son Cimarrón, y este año El Trío Ilusión, el arte nuestro no tiene espacio.
En la galería de arte de la plaza Aníbal Pinto se repiten hasta el cansancio los mismos apellidos. No existe una casa de la cultura en esta capital regional, y la que había (que era una hermosa casona), la demolieron y ahora está el cuadrado edificio de la Seremi de Educación.
Cuando alguien quiere armar un show, lo envían a las canchas de la población Las Quilas, como pasó este fin de semana con un concierto hip-hopero
A nivel de espacios públicos para la cultura, ¿qué ha hecho esta administración municipal o el Gobierno Regional?
Por el contrario, cada vez hay menos recintos. Lamentablemente, hoy la cultura es subsidiada por privados e instituciones educacionales, que prestan sus aulas magnas, auditorios y auspicios, para el desarrollo del arte local.
Buen ejemplo el de la Municipalidad de Victoria, en cuyo Centro Cultural "Waldo Orellana", convive la gente con total naturalidad. Cualquier victoriense sabe dónde queda el centro cultural, epicentro de actividades de todo tipo, abierto al público y a los artistas, como debe ser.
¿Alguien se imagina un evento de dj’s o hiphoperos en el Teatro Municipal? Seguramente que no, por miedo que algunos influyentes abonados reclamen y devuelvan sus entradas.
Cómo haya sido esta administración en otras áreas, es motivo de un nuevo blog. Pero en materia cultural, (la verdadera cultura, aquel concepto antropológico que nace desde los propios coterráneos, y no desde los rostros de protocolo y páginas de vida social) el saldo es de absoluto retroceso.

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