COLUMNA DE OPINIÓN: LA AYUDA DE EE.UU…¿CUÁL ES EL MENSAJE?

Victoria.- (Tito Bontá Medina , Docente Universidad Arturo Prat Sede Victoria) El aluvión ocurrido en la zona norte del país no solo fue noticia a nivel nacional sino que también internacional. Lo poco frecuente del fenómeno climático ocurrido, llamó la atención de muchos meteorólogos en el extranjero, quienes predijeron las consecuencias probables en el país. Esta inusual situación climática provocó una secuela de destrucción y muerte la que, en parte, pudo haberse evitado. Nada que hacer con respecto a la precipitación caída, pero mucho que hacer en materia de prevenir a la ciudadanía respecto de sus consecuencias. Si las autoridades hubiesen procedido diligentemente, no estaríamos lamentando la muerte de 26 personas y 120 desaparecidos. Prontamente la ayuda solidaria se hizo sentir. En forma espontánea, como suele ocurrir en estos casos, grupos de personas movidos por la compasión acuden al llamado de quienes lo han perdido todo. Pero la ayuda no solo proviene desde dentro de nuestro país, sino que también desde el extranjero. El gobierno boliviano ha manifestó su interés en enviar un cargamento con agua a los damnificados del norte para ayudar a paliar la crítica situación en que se encuentran. Pero el gobierno de los Estados Unidos, a través de un escueto comunicado, manifestó sus “condolencias por la tragedia ocurrida en el norte de Chile debido a las inundaciones y aluviones ocurridos la semana pasada”. A reglón seguido, señala que “en respuesta a la solicitud del Gobierno de Chile, la Oficina de Ayuda a Desastres en el Extranjero de la Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID/OFDA), está proporcionando 100 mil dólares en asistencia para los esfuerzos de ayuda inmediata”. Leyó bien, 100 mil dólares y no 100 millones de dólares. ¿Cómo entender este aporte sin desmerecerlo?. Solo de una manera. El Gobierno norteamericano, mediante esta señal, les hizo ver a nuestras autoridades que si somos un país que decidió ingresar a las ligas mayores– entiéndase miembro de la OCDE – debe estar a la altura de las circunstancias ante catástrofes como la ocurrida. Pero parece que el mensaje proveniente del país más poderoso del planeta, en virtud del monto aportado, es claro y nos recuerda aquel viejo refrán que dice “la mona aunque se vista de seda, mona queda”. ¿Hay algo más patético que ser desenmascarado por otro cuando nos hemos puesto nuestra mejor tenida de gala?