Angustiosa búsqueda de joven angolina desaparecida en el Norte

- Habría estado en uno de los containers arrastrados por el aluvión en Tierra Amarilla.

Angol.- Rodrigo Zurita Angustia, incertidumbre, esperanza y cierto grado de desesperación son los sentimientos que en estos momentos embargan a los familiares de Jennifer Cecilia Novoa Novoa, la joven angolina de 31 años, que desde que sucedió la tragedia en el norte de nuestro país, se le ha perdido el rastro, temiendo por su vida y esperando que un milagro la haga aparecer a salvo después de casi una semana de su desaparición. La joven Jennifer, con domicilio en la Población Nahuelbuta, en Angol, se encontraba trabajando como temporera en la Frutícola Atacama. La joven madre, de una pequeña de ocho años, según relatos de una compañera de trabajo a un medio de comunicación de la zona norte, se encontraba al interior de un container durmiendo a la hora del aluvión, no alcanzando a salir, siendo arrastrada por el agua y lodo con dirección desconocida y sin que hasta el momento se pueda establecer su real condición y su ubicación. RELATO Dentro del relato de Sandra Molina, compañera de trabajo de Jennifer, se establece lo siguiente: “…todas las mujeres dormían en unos container, pero el problema es que estaban todos instalados con cierre perimetral y la entrada principal estaba con candado, por cuanto no todas pudieron escapar del mortal aluvión. Estábamos en la pieza, sólo sentimos un zumbido, salí a la puerta y yo vi que las niñas corrían para arrancar y una compañera me agarró y me tiró a la pieza adentro. Quedé atrapada en el container. No salimos todas, en la pieza mía habíamos tres y salimos dos no más. En las piezas había ocho camas, en cada pieza había ocho personas, pero en la de nosotros había solo tres. Las otras niñas salieron arrancando, pero igual las agarró el torrente porque estaba cerrado, no había para donde arrancar”, precisó. Con el correr de las horas, ha sido la misma Frutícola Atacama, quien ha precisado la desaparición de cuatro de sus trabajadores, un hombre y tres mujeres, una de ellas angolina. Pese a que todo apunta a que esta persona desaparecida se trataría de Jennifer y que su desenlace podría haber sido fatal, los familiares aún mantienen las esperanzas que ella se encuentre en algún hospital donde se desconozca su identidad, como ha pasado con muchas víctimas, las que llegan a los centros asistenciales sin documentación transformándose en NN. MOLESTIA Nuestro diario, intentó comunicarse con los familiares de Jennifer en Angol, específicamente en la Población Nahuelbuta, negándose éstos a conversar con la prensa, debido a algunas publicaciones emanadas de algunos medios de comunicación, locutoras radiales y redes sociales, que ya han dado a Jennifer por muerta, dando a conocer incluso el lugar de su velatorio, asegurando que sus restos ya vienen en camino. Claudia Novoa, tía de la joven desaparecida, hace un llamado a las personas que han entregado este tipo de información a ser más serias y prudentes a la hora de publicarla en los medios, ya que han generado mucho daño y dolor en la familia, principalmente en su pequeña hija. “Yo creo que todo lo que se ha publicado en torno a mi sobrina ha sido por lo menos una falta de respeto. Nosotros aún estamos en la búsqueda de mi sobrina, ayer interpusimos una denuncia por presunta desgracia y nos encontramos realizando todos los trámites necesarios que nos puedan ayudar a dar con el paradero de Jennifer. Debemos agradecer además a la empresa frutícola que se ha portado muy bien y nos han trasladado para todos lados apoyándonos en su búsqueda, al Ejército y a todos quienes han estado preocupados por nosotros y pedirles solamente que oren por nuestra sobrina, por nuestra familia para que podamos encontrar a Jenni con vida”, manifestó Claudia Novoa, tía de la víctima. Asimismo reiteró a las personas que han entregado información de su sobrina, “que lo hagan en forma responsable y no que entreguen información irresponsable. Respeto por la familia”, sentenció.