Victoria.- (Manuel Burgos Lagos, Periodista) Tras peregrinar desde las poblaciones Los Coigües y René Schneider, el pueblo cristiano católico de la comuna llegó hasta el recinto de la Estación de Ferrocarriles de la ciudad, para asistir a la Eucaristía con que se puso término al Mes de María, portando globos blancos y celestes, con alegres cantos alusivos.
Al llegar a la explanada ferroviaria, se advertía la imagen de la Virgen María, en un hermoso Altar, cuya ornamentación estuvo a cargo de los profesores del Colegio Instituto Victoria.
Desde el sector de Ultra Estación, encabezada por el párroco, presbítero Carlos Aedo, llegaron los creyentes que provenían de las Capillas Inmaculada Concepción, San José Obrero, Santa Teresita, como del templo sede, de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús.
Comunidad Mercedaria
Los fieles de la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced, junto a su párroco, padre Juan Armando Sánchez, provenían de las capillas El Carmen, San Pedro Nolasco, San Ramón Nonato, comunidad de Capilla La Merced de la localidad de Pailahueque, comunidad religiosa de Hogar San Pedro Armengol.
Los párrocos concelebraron la Sagrada Eucaristía, junto a los sacerdotes Rodrigo Aguilar y Daniél Améstica, acompañados de los diáconos Patricio Benavente Silva, Luis Espinoza Noriega, Juan Garay Aravena y Roberto Poveda Espinoza y numerosos acólitos de ambos templos parroquiales.
Tanto en la Primera Lectura, tomada del Libro del Génesis; en la Antífona; en la Segunda Lectura de san Pablo a los Efesios, al igual que la Oración de los Fieles, tomaron parte representantes de la comunidad.
“Es necesario buscar modelos que nos ayuden en el seguimiento de Cristo; si, muchas veces estos modelos se destruyen, no son modelos pero lo importante es que tu modelo, es Cristo; tu modelo es Nuestra Madre Santísima; esos modelos hacen falta hoy: La Inmaculada, la pureza, la limpieza del corazón, en mis labios, en mis pensamientos y mi accionar con mis manos; el accionar con mis pies. Que esta fiesta de la Inmaculada nos ayude a purificarnos interiormente y seguir a Cristo de una manera más radical”, reflexionó en la homilía, el padre Améstica, vicario general de la parroquia de los padres del Blanco Sayal, en una jornada animada por el Coro Fuerza Mercedaria del plantel educacional institutano
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